¿ Por qué algunas marcas llegan a crecer tanto y a trascender ? Esta pregunta me la hice mucho tiempo y las respuestas eran infinitas, mas ninguna me convencía. ¿ Es cuestión de suerte ? ¿ Hubo un presupuesto importante de por medio ? ¿ Fue debido a alguna acción accidental ? ¿ Se planteó una estrategia adecuada desde el principio ? Si bien es cierto que lanzar al mercado un producto o servicio novedoso influye, tampoco es determinante; he conocido algunos que por una inadecuada estrategia o porque llegaron demasiado adelantados a su tiempo (o muy tarde), jamás prosperaron. Entonces, ¿ Cuál era el secreto ? Me di a la tarea de analizar algunas de las marcas más exitosas, como Ford, Apple, Bimbo y Chanel. ¿Qué factor tenían en común? ¿ Qué las hacía diferentes ? Descubrí que los fundadores de todas siempre creyeron en ellos mismos, en su producto, en su capacidad para romper paradigmas; eran líderes natos. Pero todavía seguía sin encontrar ese ingrediente. Continué investigando y caí en la cuenta de que aquello que había hecho que sus marcas trascendieran, tenía un nombre: actitud. Muchos emprendedores ( PyMES ) cuando están ideando sus marcas dejan ver algo que hasta la fecha llama mi atención: miedo. Sí, temen fracasar, no creen en su producto y dudan de su capacidad de liderazgo, de su olfato. En el mejor de los casos recurren a los profesionales básicos para el arranque y operación de la empresa: abogados, administradores y contadores, principalmente. ¿Y la marca? No, la marca la resuelven ellos. ¿ Qué puede tener de complicado hacer una marca ? Desde su óptica, sólo se trata de un nombre y un logo, hasta ahí. Cuando por alguna razón alguien les explica que hay diferentes disciplinas que se encargan de construir la marca, por lo regular recurren a la más obvia, el diseño gráfico, dejando de lado la mercadotecnia, la publicidad y las relaciones públicas. Ni Apple ni Chanel imaginaron que llegarían a ser grandes referentes, que se convertirían en unas auténticas Lovemarks, pero Steve Jobs y Gabrielle Bonheur “Coco” Chanel sí estaban convencidos. Hoy día, cada vez que un cliente viene a verme para iniciar una nueva empresa, si me dice que necesita que le ayude con el diseño de la identidad visual, pero enfatiza que no es una “marcota” y de inmediato se autodefine como “marca chiquita”, enseguida tomo un balde de agua fría con argumentos y se lo suelto encima. Ninguna marca debe nacer pensando que no va a trascender, es predestinarla al fracaso. Todas, desde el principio, deben tener el carácter de una marca grande. La grandeza no radica en el tamaño sino en la actitud. Autor: Juan Carlos García Pérez / Twitter: @JuanCREARlos
Comentarios