¿Hacia dónde se dirige la sociedad actual? ¿Estamos en el tránsito de una sociedad industrial a otra del conocimiento? ¿Cómo va a ser la sociedad del conocimiento y de la innovación? Los próximos años, ¿son los de la humanización frente a los anteriores, de la tecnificación? El desafío consiste en llegar a comprender el mundo en que vivimos y hacia dónde vamos. En especial, el tránsito desde una sociedad industrial a otra del conocimiento. Una de las causas de esta nueva realidad es la tecnología de la información, dichosa tecnología que nunca terminará de retarnos y provocarnos y que nos obliga, una vez más, a no quedarnos quietos ni un momento. James Fowler dice que “estamos empezando a conocer la máquina de la gente conectada y su efecto contagio”. Es decir, el comienzo del efecto multiplicador de las redes sociales. El espíritu de participación desinteresada, la conectividad, el tiempo real, están acelerando la transformación del mundo. Se corre el riesgo, si uno no se da prisa, de quedarse afuera. De hacer que las cosas pasen, a ver las cosas pasar. Con todo lo que eso supone. Ahora mismo, si a alguien no le suena Open Source, Innovación Abierta, QR, NFC, Pop Up, Web Semántica, Hashtag, Me gusta, Crowdsourcing o Consumo Colaborativo es que se está quedando fuera. En la actualidad, el conocimiento que hemos adquirido ya no es garantía para el futuro. Sólo es el reflejo de nuestra experiencia y de nuestro acierto en el pasado. Antes, se suponía que estábamos viviendo una adaptación a una época de cambios. Ahora nuestro tiempo nos enfrenta a lo que supone un impacto estructural, a lo que se está denominando un cambio de época. ¿Esta nueva sociedad del conocimiento es pasajera? ¿Qué cosas concretas indican la magnitud de los cambios? ¿Cómo se puede aprender a aprender? ¿Se puede evolucionar al ritmo que exige el mercado, creando nuevos proyectos? ¿Qué ofrece la tecnología de la información? ¿Comprendemos las tendencias que vienen? ¿Cuáles son los aceleradores de estos cambios masivos, que marcarán la forma de pensar y vivir de la próxima sociedad? Pero sin dudas, la pregunta fundamental que debemos hacernos es si queremos ser protagonistas o espectadores de esta nueva época. Las empresas que son capaces de generar oportunidades, ya están habituadas a vivir en la incomodidad. Muestran siempre una actitud de punto de partida. La creatividad es buena para la salud las organizaciones. Seguramente, la medicina preventiva para superar la crisis tendrá que ver con esa creatividad. La metodología que apliquemos en las empresas deberá enfocarse a generar entornos creativos y a innovar con nuestros usuarios. ¿Empezamos?
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