Las fábulas, las creencias populares, los refranes y las canciones, dicen más sobre los mercados que las encuestas, las observaciones, las entrevistas o los análisis demográficos. Hemos retomado cinco añejas fábulas chinas que te servirán para ser un mejor publicista. Fábula 1. Un león se iba a comer un zorro. El zorro, al ver al león, se asustó. El león le dijo al zorro que se lo iba a comer. El zorro respondió que eso era imposible, porque él, como zorro, era un dios. El león, incrédulo, le dijo que aún así se lo comería. Pero la víctima insistió en sus argumentos y le pidió una oportunidad al león. El rey de la selva accedió. El zorro le dijo al león que le comprobaría que era un dios de la siguiente manera: el león tenía que acompañar al zorro para ir a ver a los demás animales, los cuales, al ver al zorro divino, correrían. Y así fue. Moraleja: el león jamás comprendió que el temido era él, no el zorro. Muchas veces no nos damos cuenta de que la publicidad o la imagen superan al producto. Fábula 2. Había un hombre que coleccionaba dragones. Tenía en su casa dragones de madera, de bronce, de plata, de todas las sustancias, formas y materiales. Un día, un dragón real se enteró de la existencia de dicho hombre y decidió visitarlo. Al bajar, se asomó por la ventana del coleccionista para verlo y para ver su panoplia de dragones. El coleccionista, al mirarlo, se murió del susto. Moraleja: al hombre, en realidad, no le gustaban los dragones, pero sí sus imitaciones. Si no nos gusta la gente de verdad, no tenemos que trabajar en publicidad. Fábula 3. Un dios menor se fue a quejar con el dios central porque un hombre lo había herido con una lanza. El dios central se quedó pensando y le preguntó al dios menor sobre la situación. El dios menor dijo que se había convertido en pez para nadar en la Tierra, y que como pez, nadando, había sido agredido por el pescador. Moraleja: si aparentamos lo que no somos, nos irá mal. En publicidad no podemos mentir, pues las mentiras le producen heridas a nuestra marca. Fábula 4. Un hombre compró un burro y le pidió a un doctor que redactara el acta que le aseguraría su pertenencia. El doctor aceptó la labor. Entre cláusulas, indicaciones, advertencias y demás, el doctor había escrito dos cuartillas, en las cuales no figuraba la palabra «burro». Moraleja: hay que ser concisos y hablar sobre las cosas directamente. Muchas veces en el mundo de la publicidad nos olvidamos de que estamos vendiendo algo, no aire. Fábula 5. Un viejo transportaba una piedra diaria hacia cierto lugar. Los vecinos creían que estaba loco. El viejo siguió con su trabajo con perseverancia. Un día, un joven se le acercó y le preguntó las razones de sus locos actos. El viejo dijo que quería cambiar la montaña, hecha de piedras, de lugar. El joven carcajeó y carcajeó y le dijo que estaba loco. El viejo, serio, le respondió que mil generaciones más trabajarían en tal proyecto, y que por tal motivo, la montaña algún día cambiaría de ubicación. Moraleja: no trabajemos para el mañana, sino en el mañana. En publicidad las marcas no se construyen de un día para otro. Buen día, Comunidad Roastbrief.
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