Algunos podrían suponer que la desestabilidad económica es el ingrediente secreto para una vida creativa de inspiración, o por lo menos el comienzo de una. Esto podría explicar por qué cuando los niños han tenido todo a su alcance, no les gusta fantasear y se les dificulta imaginar. Pero ¿cómo es que sucede esto? Cuando las personas tienen una cantidad de dinero que les es suficiente para cubrir las necesidades y para obtener pequeños lujos, la mente se tranquiliza y llega a un estado de confort, donde ya no se preocupa por trabajar dar lo mejor de sí, pues tiene asegurado su bienestar. Suena lógico. El mexicano, por ejemplo, ese mexicano que siempre vive en crisis, ha desarrollado una magnífica creatividad e ingenio. Basta ir un día a la capital para ver la cantidad de soluciones, y aberraciones, que la gente utiliza para evitar una pequeña reparación que costaría mucho o poco dinero. Hablemos de ejemplos: cuando las luces rojas de los autos están rotas, los dueños colocan un trozo de celofán rojo para que se vea de ese color cuando enciendan. Del mismo modo, colocan plástico en las ventanas o vidrios para detener un poco el aire. Otra situación, son los comerciantes ambulantes que han desarrollado extraños atuendos y cinturones parecidos a los de Batman, con los que pueden cargar bebidas, traer más bolsas de papas, tortas, gelatinas y además tener las manos libres para recibir el dinero de sus compradores. Otra costumbre, que tal vez en las ciudades no se vea con frecuencia, es el uso del limón en el cabello como sustituto de gel o cremas para peinar. La razón de la existencia de estas y muchas más circunstancias, es la falta de recursos económicos o la falta de libertad. Lo mismo sucede con los creativos. Cuando tienen muchas restricciones por parte de los clientes, ya sea económicos o por ideales y gustos, tienden a esforzarse más para salir del camino, utilizando las pocas herramientas que encuentran a su alrededor. Este fenómeno lo podemos observar en la mayoría de personajes famosos. Luther King por ejemplo, mientras estaba vigilado, escribió sus ideas libertadoras; Sor Juana Inés de la Cruz también produjo obras bajo presión. Oscar Wilde escribió su cuento “De profundus” preso y conocemos el caso de Frida Kahlo, que pintó muchas de sus obras estando postrada en su cama. Así que, si quieres ser un creativo productivo, te sugerimos que te limites en ciertas áreas. Esto te ayudará a pensar “fuera de la caja”, término que está muy de moda. Buen día comunidad Roastbrief.
Comentarios