La piratería es un problema mundial que afecta a la economía, a las marcas, productos y servicios. Este acto comprende todas las actividades que van en contra de la “propiedad”, desde la producción, reproducción, venta, hasta almacenamiento, transporte, distribución y puesta a disposición de bienes o productos sin permisos de los propietarios o autores. Se dice que México es el paraíso de la piratería. Según el Comité de Propiedad Intelectual de la Cámara Americana de Comercio, 9 de cada 10 mexicanos ha adquirido productos o servicios piratas. Es un alto índice, sin embargo, sorpresivamente no se encuentra dentro de los primeros lugares en el ranking de “países piratas” a nivel mundial. Pero, ¿cuál es la causa de los altos índices de oferta y demanda de productos apócrifos en nuestro país? La respuesta se encuentra en nuestra cultura. Si observamos el entorno, las marcas son el símbolo de lo deseado, de las aspiraciones. Veamos por qué. Los mexicanos que se encuentran dentro del nivel socioeconómico AB, y tal vez hasta C+, adquieren productos que les dan la satisfacción de sentirse parte de la alcurnia estadounidense. Por ello, las marcas que desean llegar a ese segmento, tratan de parecerse a las marcas americanas o en algunos casos, a marcas parisinas o italianas. La clase media busca parecer que forma parte de nuestro primer segmento mencionado. Por esta razón se crean los “clones”, productos muy parecidos o idénticos a las grandes marcas. Así, este segmento tiene la posibilidad de portar logos de marcas caras con precios a su alcance. Por cuestiones culturales, el mexicano cuando se siente impotente suele recurrir al chiste, a la burla, a la comedia. Esto lo hace para mostrar una máscara de felicidad mientras su interior está completamente gris. Por esta razón, el nivel socioeconómico bajo, al querer identificarse con el nivel medio, sólo ridiculiza las marcas y las convierte en parodias. Por eso el descaro de vender mochilas “Wilton”, playeras “Adadas” y hasta cervezas “Cerona”. Todo se trata del querer ser, de buscar el sentido de pertenencia en un lugar más arriba. Son cuestiones de la psicología de mexicano y de la historia de México, combinados con los problemas económicos y de desempleo que vive la sociedad. Si deseamos combatir esta actividad ilícita, debemos tomar en cuenta todos los factores psico-sociales para entender las razones y crear estrategias en contra.
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