Es época de elecciones, y al igual que en México hace unos meses, la audiencia estadounidense recibe información de sus candidatos y trata de ser persuadida por medio de los spots televisivos, entre otros medios. Barack Obama y Mitt Romney disputan la silla más poderosa pero ¿Cómo es que pelean por ese lugar? ¿Juego sucio o limpio? Con el mediano éxito que Obama tuvo con los latinos en las elecciones pasadas, ambos candidatos apuntan con más fuerza a este nicho para ganar la aceptación. Es por ello que algunos mensajes televisivos contienen frases en español, ya sea para difundir lo “buenos” que son o para atacar al contrincante. El que ocupa esta estrategia con mayor frecuencia es Romney, quien ha lanzado spots patrióticos y resaltando los valores de Estados Unidos, mientras que en otros, se ve algo muy parecido a la campaña “Peña no cumple”; allá se llama “Obama isn’t working”, donde contrasta las promesas del presidente con datos sociales. Pero ¿cuál de estos spots resulta más efectivo? Resulta que los mensajes positivos que realzan los valores sociales o las cualidades del candidato, tienen un mediano impacto en los espectadores, pues sólo enfatizan el orgullo nacional. Mientras tanto, los negativos, puede ser que estén cargados de enojo o de temor. Dependiendo de la emoción que se agregue, será la fuerza con que se impacte. Los spots cargados de enojo, además de representar un desahogo por parte de quien emite el mensaje, se incita a los votantes a actuar según sus convicciones, claro está, por la mejor opción que es capaz de desarmar al contrincante. Veamos el poder de convencimiento que tienen los siguientes spots y ustedes juzguen cuál es el que más impacto les genera: [yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=MafJwFXpf_I&feature=player_embedded’] [yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=s3Empzp_Iqo&feature=autoplay&list=PLCCA0E27F485929BE&playnext=1′] Mientras que el primer spot se dedica a pintar de color de rosa el mundo con Romney, en el segundo intenta contagiar a los ciudadanos con la ira contra Obama por no cumplir lo que dijo. En los espectadores, el segundo spot tiene más fuerza pues, genera un sentimiento negativo hacia el contrincante, lo que automáticamente refuerza el apoyo a Romney. En el caso de los simpatizantes de Obama, el sentimiento es el mismo, rechazo por el candidato que emite el mensaje, lo que significa un arma de doble filo. Por otra parte, los spots que manejan el miedo, el objetivo que persiguen es sólo meter duda en la audiencia y desorientarlos; en su mayoría de las veces se dirigen a los indecisos, tratando de inclinar la balanza hacia el “menos peor”. Un ejemplo de ello son los spots que lanzaron contra López Obrador cuando lo comparaban con Chávez. Los dejo con unas palabras de Goebbels, el estratega político de Hitler, el más peligroso e interesante propagandista: “La propaganda debe ser sencilla, elemental y masiva. Dirigida a los sentimientos, no a realizar complicados análisis científicos, y ajustada para las entendederas de los miembros de la sociedad menos brillantes…”
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