Es humano tener algunas diferencias. No siempre se puede lograr una perfecta relación entre los que nos rodean, y con más razón si pasamos mucho tiempo con las mismas personas. Tan sólo veamos a las familias: todas tienen sus detalles. El equipo que conformamos con nuestros compañeros de trabajo se vuelve parecido al de una familia. Esta constante relación puede ocasionar fricciones, algunas refuerzan la amistad entre colegas y otras son irremediables. Si este es tu caso, no te aflijas. Te daremos algunos consejos para que no te afecte esa situación y sigas disfrutando tu trabajo. 1. Primer debes tener en cuenta que todos los sucesos son aprendizajes. Buenos o malo, todos tiene una moraleja. Así que puede elegir entre encontrar el lado positivo o enojarte cada vez que lo recuerdes. 2. Enfócate en tu bienestar. No tiene caso alguno preocuparse por otra persona, pues no obtendrás ningún beneficio. Al contrario, sólo perderás tiempo y energías en especulaciones. 3. La hipocresía corrompe la paz mental. Si aún no arreglas “el asunto”, entonces habla y resuelve tus dudas. Si no deseas hacerlo, entonces trata a la persona como a una más. No es necesario que la ignores, pues eso alimenta las malas vibras. Es difícil asimilar, pero todas las personas cometemos errores. Ponte en los zapatos del otro y quizás encuentres que en su situación hubieses hecho lo mismo. Todos somos propensos a fallar. Recuerda que nuestra vida es muy corta. Si pasamos el tiempo preocupados o enojados sólo nos amargaremos la existencia y contagiaremos a otros. Hagamos de todos los días el más feliz y divertido de nuestras vidas.
Fotografía cortesía de Fotolia
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