TBWA, en su sucursal francesa, ha producido una quimera harto llamativa, pero poco convincente. Valen más las imposibilidades que convencen que las posibilidades débiles, ha dicho un maestro de la persuasión. Si un gráfico será un texto publicitario mudo, tal gráfico deberá cumplir con los requisitos o mandatorios necesarios para la eficacia. Cuando observamos un argumento, ora visual, ora literal, buscamos la credibilidad. ¿Cuáles son los recursos prohibidos en una narración que pretende sorprendernos? Según Borges, quedan prohibidas las siguientes cosas: bigotes falsos, máscaras, puertas secretas, voces italianas, telepatía, milagros, extranjerismos equívocos y personajes ambiguos. ¿Sensual resulta una mujer de cuádruples pechos? No. TBWA usó la metáfora, que sólo es la conjunción casual e iluminada de dos objetos que nada tienen que ver (la misma definición ha sido dada por Gracián y por Reverdy). ¿Qué relación hay entre los femeninos senos y los dispositivos tecnológicos? ¿Qué relación hay entre un pezón y un botón? Los franceses que fraguaron tal anuncio piensan que es el placer lo que justifica su metáfora. El texto dice así: «Toque ambos lados para aumentar el placer». El mal gusto derrumba reputaciones. El redactor erró. Barthes, francés, ha enseñado que el tacto es el sentido rompedor de mitos, ha dicho, digo, que la vista es el sentido hacedor de mitos. Al tocar, entonces, se romperá el mito que ha producido la imagen, ¿cierto? El texto pudo haber rezado del modo anexo: «Doble placer». El gráfico fue estibado sobre un color grisáceo similar al color del aluminio, el cual, según el francés Baudrillard, transmite nociones tecnológicas.
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