La creatividad es elogiada y necesaria en los profesionistas, aún más en los que se desempeñan en publicidad, comunicación, diseño y hasta ingenierías. Pero, ¿qué es la creatividad? Si nos vamos a la definición entraríamos en conflicto, pues se refiere a dar origen a ‘algo’ a partir de la nada. Si nos vamos a su etimología, crear proviene del latín y significa ‘engendrar’, lo que indica que se necesitan al menos dos elementos para dar origen a un tercero. Esta habilidad suele estar compuesta por las siguientes características:
- La fluidez es la capacidad de producir una gran variedad de ideas a gran velocidad.
- La flexibilidad es la capacidad de contemplar un problema desde todos los ángulos y aplicar diferentes estrategias para resolverlo.
- La originalidad es la capacidad de generar ideas no convencionales o inesperadas y salirse de lo convencional resolviendo con éxito situaciones inusuales.
- La elaboración es la capacidad no sólo de generar ideas, sino también de profundizarlas y desarrollarlas. Un nivel alto de detalle distingue a los inventores y a los diseñadores.
- La resistencia al cierre es la capacidad de absorber constantemente nueva información sin limitarse a un aspecto o vertiente de la misma, aunque parezca la más adecuada.
Sin embargo, por las diferencias de significados, en varias ocasiones confundimos el concepto con otros tantos y la buscamos en absurdos. Aquí una lista de 11 puntos que romperán los paradigmas de la creatividad. Entonces, ¿Qué NO es?
1. Diagnósticable ni medible
Un test o un ejercicio no determina si una persona es creativa o no y en qué grado. Se puede desarrollar, es cierto, pero es ilógico tratar de cuantificarla.
2. Ser gracioso.
Tener gracia para contar chistes o la facilidad de sacar carajadas a otros no es ser creativo. Es sólo tener sensibilidad y ‘chispa’.
3. Ser ocurrente.
Encontrar relación entre objetos que parecen no tenerla o idear explicaciones rápidas tampoco es creatividad. Es un elemento que ayuda en el proceso, pero no determinante.
4. Gusto por el dibujo.
El dibujo ayuda a desarrollarla, pero no lo es todo.
5. Tener mucha imaginación.
Recordemos que la imaginación sin guía, sin estrategia, no sirve de mucho en publicidad.
6. Tener habilidad para las manualidades.
Hacer maquetas o trabajos manuales casi perfectos forma parte de una aptitud artística pero no necesariamente creativa.
7. Ser original.
Una idea original tampoco existe, si nos ponemos exigentes. Para producir una idea nuestra mente ocupa todo lo que conocemos para combinarlos de distinta forma; quizás no se imite una pieza igual, pero siempre tendremos referentes para basarnos.
8. Inventar frases u objetos.
La creatividad no se reduce a simplemente inventar. Podemos ser creativos añadiendo mejoras o proponiendo múltiples opciones derivadas de una sola cosa.
9. Ser o pensar diferente.
Podemos ser los más raros en nuestro entorno, pero eso no determina nuestra capacidad para solucionar problemas. Tener una visión diferente de la vida es importante.
10. Ser inquieto o hiperactivo.
Estas personas tienen la necesidad de ocuparse y desocuparse pronto, por lo que su mente trabaja más rápido y pueden tener una visión diferente, pero la creatividad implica muchas más habilidades y disciplina.
11. Romper reglas.
Es cierto, si se siguen reglas es difícil producir algo innovador, pero también en la creatividad publicitaria hay ciertos límites que deben seguirse.
¿Qué es entonces creatividad?
No sólo es tener una mente colorida; se trata de una disciplina que combina análisis, conocimiento, capacidad de abstracción y estrategia. Como hace mención Waisburd: «La creatividad se nutre de la intuición, de la imaginación, de las emociones y el conocimiento». Así pues, no es posible reducirla o relacionarla con lo mencionado anteriormente. Es por eso que, la creatividad nos permitirá afrontar venideros desafíos sea cual sea el sector en donde se emplee. Sino sabes de qué manera puedes fortalecer esta habilidad, aquí puedes aprender de estas técnicas y así estimularla.
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