Tarde o temprano iba a llegar el momento donde Twitter fuera la nueva herramienta que utilizara a los ídolos de las masas para intentar promocionar algún producto. No suena para nada descabellado que una marca, en vez de generar una gran campaña publicitaria, se limitara mejor a dar una suma monetaria a alguien con influencia comprobada, para que por medio de tuits diera a conocer o reforzara la imagen de un producto. El utilizar el Twitter para recomendar un nuevo producto, algún lugar o una película en específico, no trae represalia alguna en ningún usuario común de esta red social. Pero, ¿qué pasa cuando ese usuario es una figura pública con una gran cantidad de seguidores? Porque, efectivamente, ahora los famosos son participes de la promoción de productos vía tuits. Por lo pronto en Estados Unidos, por medio de la Comisión Federal del Comercio (FTC), se está regulando ésta práctica ya que a su consideración es “engañosa”. El problema, es que la situación trasciende más allá del engaño o no porque, en primera, la FTC ni siquiera fue específica al mencionar cuántos seguidores son necesarios para considerar a alguien como “famoso”. Además, seguirá permitiendo a los mismos promocionar lo que sea, siempre y cuando usen la leyenda “ad” (de advertising) cada que usen el Twitter para hacer alusión a un producto -como si dos caracteres mermaran totalmente una potencial campaña tuitera. Sea como sea, el problema está ahí y sería de interés saber qué postura tendrá Twitter al respecto (porque hasta el momento no ha tenido ninguna) y qué haría para regular la situación. En México todavía no es tan común, pero de no haber limitantes existentes, no faltará mucho para que surja. Ahora, regresando al punto medular del asunto: ¿es engañoso? Eso ya será cuestión de perspectivas. Para la FTC sí lo es y muchos compartirán su opinión. Pero, eso sí: el que deje de ser engañoso por el simple hecho de agregarle la palabra “ad” a los tuits, suena exagerado y hasta carente de lógica. Imagen cortesía de Fotolia.
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