Si algo ha sido modificado con la aparición de las nuevas tecnologías, en especial los smartphones, esa es la actitud de la gente. La gente ahora prefiere tener única y exclusiva interacción con su teléfono móvil, en vez de intentar convivir con otra gente. Las calles se han llenado de personas solitarias e incapaces de dirigirse a los demás. Cada quien por su lado y mientras con menos personas sea necesario interactuar, mejor. Cuando una máquina expendedora no requiere de dinero para dar los productos que tiene en su interior, la gente suele ser muy participativa y procura hacer lo que sea necesario para cumplir con las especificaciones que le permitan obtener su regalo. En vista de lo planteado al inicio, Milka se ha preocupado por volver a unir a la gente en las calles y de una manera muy sencilla, pero que requiere de la colaboración colectiva de una importante cantidad de personas, ha sacado esta campaña denominada Cadena de Ternura. Todo consiste en una máquina que para expender lo que tiene en su interior –en este caso chocolates– requiere de energía. Esta energía solo puede ser efectiva si se conectan la máquina expendedora y la vaca lila que está a unos metros de ella. Para ello, evidentemente se requiere de la participación de las personas para lograr transferir dicha energía. Mientras más veces sea utilizada la máquina, mayor cantidad de metros habrá de distancia entre la vaca y ella. Y, por consecuencia, habrá más chocolates, pero también más gente necesaria para colaborar. Una buena idea, para hacer convivir a gente desconocida, en una época en donde la intercomunicación digital, irónicamente, ha limitado mucho la convivencia con los demás.
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