Los publicistas éticos, honestos, son los más exitosos, los que generan más confianza con sus clientes, los que hacen empatía con sus marcas. ¿Cómo lo hacen? Diciendo la verdad, ayudando a las marcas sólo cuando éstas los necesitan. ¿Cuándo nos necesitan las marcas? Veamos: 1- Cuando son nuevas, cuando necesitan posicionarse en un mercado. ¿Qué hay que hacer? Una arquitectura de marca y branding. 2- Cuando han envejecido, cuando la tecnología y la modernidad han causado estragos en la imagen de las marcas. ¿Qué hacer? Renovar, tal vez la imagen, la estética. 3- Cuando una marca global desconoce los rasgos de un mercado local. ¿Qué hacer? Investigación y creatividad adaptada. 4- Cuando una marca local quiere hacerse global. ¿Qué hacer? Transformar lo particular en algo general, el sabor de la guanábana, por ejemplo, es el sabor de la energía. 5- Cuando han perdido competitividad, es decir, valor. ¿Qué hacer? Mudar los valores meramente estéticos en valores éticos. Imagen cortesía de Fotolia.
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