Los seres humanos por naturaleza buscamos ser aceptados y reconocidos dentro de un grupo social. Buscamos encontrar identidad, llegar a la realización en diferentes campos, como en lo laboral y personal, tratamos de obtener lo que nadie tiene y por ende destacarnos. Según Maslow, “en general, la auto realización se refiere al deseo de satisfacer el potencial más alto propio” y ¿cuál es nuestro deseo más alto? El marketing aspiracional es una forma de mostrar algo que para muchos es inalcanzable y que necesitas tenerlo, resalta el status, la clase, la exclusividad de la marca etc. Para muchas personas obtener una marca de este tipo son de fácil acceso, pero para otros no. Por tal motivo necesitan obtenerlo a como dé lugar, es un efecto de auto realización en los seres humanos, llegar a algo que pensabas que estabas muy lejos de obtenerlo. Claro está en la pirámide de Maslow, donde se establecen jerarquías sobre las necesidades de un humano: fisiología, seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrealización, pero mi otra pregunta es, ¿en la actualidad realmente llevamos ese orden sobre nuestras necesidades? ¿Qué pasa con los famosos después de muertos? Es una situación totalmente relacionada al marketing aspiracional, buscamos lo inalcanzable. Las estrategias de mercadotecnia, publicidad e imagen publica que llevan los famosos en vida esta enfocada a lo aspiracional, manejan los nombres de los famosos como marcas que no están al alcance de cualquiera, por lo que para las personas se vuelve una necesidad de conocerlos o compartir alguna experiencia con ellos aunque sea solo un saludo o un autógrafo, pero ¿qué pasa cuando mueren y se vuelven sólo un nombre? Pues es aquí cuando se maneja una estrategia de crear un marca de por vida, idealizar aún más el nombre del famoso como algo todavía más inalcanzable y difícil de obtener. Una vez transmitido esto al mercado se comienza a materializar la marca (nombre del famoso) en productos para que el target pueda seguir obteniendo algo de ellos, caemos nuevamente en el reconocimiento de auto realización de los humanos. El nombre de un famoso después de muerto comienza a crear misterio, curiosidad y morbo por llamarlo de alguna manera, por consiguiente los expertos en la materia aprovechan estos factores para idealizar el nombre del famoso y convertirlo en una marca que genere utilidades millonarias. Algunos ejemplos son: Elizabeth Taylor, murió el 23 de marzo de 2011, a causa de un ataque al corazón. Michel Jackson, murió el 25 de junio de 2009, causa homicidio o sobredosis. Elvis Presley, murió el 16 de agosto de 19977, causa ataque al corazón. John Lennon, murió el 8 de diciembre de 1980, asesinado.
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