Conocemos el mundo a partir de lo que nuestros sentidos nos permiten percibir del mismo después de que nuestro cerebro descodifica las señales que nuestro cuerpo le envía. Esto significa que no existe una realidad verdadera para todo el mundo y por ende esta realidad puede ser alterada, al mejor estilo de un reality show que cuenta con productores y directores para mantener el control de la realidad que el público verá. El marketing sensorial es el que dirige que señales serán enviadas a los clientes para que su cerebro descodifique nuestro mensaje, que en su ser mas implícito ¨traduce compra¨, pero con códigos como: te hacemos el mejor, encuentra amor, se intelectual, arriésgate mas y demás mensajes que han sentir mejor a las personas ¨con su realidad. He leído muchos artículos que traten al marketing sensorial como un algo que las marcas deberían de hacer para llamar la atención, pero no como una estrategia. Como si los clientes fueran meros animales irracionales y no como personas pensantes, que toman decisiones a toda hora y siempre buscan lo mejor para ellos. Nos hablan de la sicología del color, los colores cálidos aumentan la presión sanguínea, la música clásica nos hace comprar un 20% más, los olores que evocan juventud o nos recuerdan la niñez nos hacen querer permanecer más tiempo en un lugar. Sin embargo aunque esto sea algo demostrado científicamente, está basado en fundamento 100% conductistas, un grave error que ya Lasswell, Shannon y Weber habían cometido en sus respectivos modelos de la comunicación grupal. Pero al igual que estas teorías clásicas fracasaron en el ámbito humano, el marketing sensorial concebido de la anterior manera también es un fracaso. Al Ries dice en su libro de las 22 leyes inmutables de las marcas ¨toda marca debe utilizar el color opuesto al de su competidor principal¨. Esto tiene mucho sentido si piensas en construir una realidad que no quiere que se confunda con otra y especialmente cuando esta otra es tu competencia, lo vemos muy claramente Coca-cola (rojo); Pepsi (azul), no hay razones para confusiones. Según la sicología del color una bebida como las gaseosas (refrescante), debería de ser de color azul, y ya, con esto bastaría para ser el líder. Pero en la vida real esto no es así. Ahora echemos un vistazo a Sprite y Seven up, son gaseosas de limonada y por ello las representa el color verde, aun que de diferente tonalidad tiene la misma personalidad. Cuando pido una Sprite y me ofrecen una Seven up no reniego y acepto la segunda, todo lo contrario de cuando pido una Coca-cola ¨no me traiga nada¨. Por su parte Laura Ries dice: ¨es más importante creer una identidad de marca propia que utilizar el color simbólico cercano¨, le agraria al final ¨pues es algo facilista¨. ¨elegir el color el color correcto depende del público ¿Quién es su público?, ¿Cuál es su mensaje?¨, elegir simplemente un color de moda no es la solución. Este color afecta demasiado a todos los diferentes consumidores, y la moda cambia continuamente¨. Si hay una fórmula para pintar el mapa mental de nuestra marca en la mente de los consumidores, son las anteriores palabras. Autor: Wilford Camargo Estudiante de mercadeo y publicidad apasionado por las estrategias de las marcas, tengo un instinto de científico, así que deseo saber el ¨por qué¨ de todo, y en mi campo las respuesta a esa pregunta están en el neuromarketing. Mis escritos estarán relacionados a estrategias, historia y ciencia @wilfor_dc Imagen cortesía de Fotolia
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