Al principio cuando entre a la universidad solía ir mucho ¨a parchar¨ a un parque un poco alejado de la universidad, donde se reúnen una gran cantidad universitarios que buscan tomar el sol y pasar un rato agradable. Hoy en día suelo ir cuando tengo algo de tiempo, o cuando tengo un hueco inesperado, principalmente voy a leer, a jugar póker o simplemente a observar el comportamiento de este target tan diversificado. Pues se observan grupos muy discontinuos el uno del otro (roqueros, raperos, gomelos, malabaristas, skaters y muchos más) conglomerados en torno a un producto, marihuana.
Un facto que me llama mucho la atención es la conformación de un ¨cluster¨ entorno a este producto, se ofrecen todo tipo de bebidas alcohólicas, jugos, gaseosas; todo tipo de alimentos, empaquetados, empanadas, galletas, y especialmente sándwiches. Sándwiches, traigo a colisión este producto porque al ser tan básica su preparación se pueden armar todo tipo de sub productos diferente, tal cual como nos lo dice Subway. Hay una gran variedad de oferta por parte de diverso ¨empresarios¨. Recordemos que los hermanos McDonald’s empezaron en un pequeño drive-in en San Bernardino, donde esta modalidad de negocio estaba en hipercompetencia y solo sobrevivían aquellos que se supieran diferenciarse, como es el caso de los drive-in que ampliaron sus estacionamientos y contrataron lindas muchachas en patines. En el parque que suelo visitar hace poco fui testigo de algo que llamo mi atención como mercadólogo y publicista, un sujeto que está vendiendo sus sándwiches a la carta. Venia uniformado con la marca pasa bocas exprés (su marca), su producto estaba empacado con la marca al igual que los vasos en los que ofrecía el jugo de acompañamiento. Como diría Jack Trout, el sujeto flanqueo a su competencia directa (demás vendedores callejeros) con merchandising, e hizo un ataque de guerrilla a las grandes marcas localizando un mercado lo bastante pequeño para poderlo defender. Hasta ese momento jamás había podido comprender de donde radica el poder del marketing y la publicidad en las pequeñas organizaciones, pero ahora ve que el poder radica generar un valor diferencial con una excelente estrategia apoyada en la publicidad. El empresario (de pasa bocas exprés) contaba con un stock de 50 sándwiches los cuales vendió en su totalidad para sorpresa de le mismo ¨y para mi¨ en menos de hora y media. Otra curiosidad del momento fue que cuando quedo el último sándwich el cual ya estaba ofrecido, un comprador le ofreció un 10% más por el producto, a lo cual el vendedor se negó y el insistente comprador en forma de broma ofrece el doble, sin embargo el vendedor insiste en ya haber dado su palabra al primer comprador. Este sujeto cuenta con el activo más importante de un vendedor: la capacidad de ponerse en el lugar de los clientes y atender a sus necesidades e intereses. A de más de contar con la parla ¨discurso de venta¨, pues su precio es de un 80% más elevado en comparación de su competencia directa; ¨mis sándwiches son de calidad, no son de jamón radiactivo que le andan pudriéndonos el estomago y provocando cáncer¨. A decir verdad no creo que esto le importe mucho a los que compraron del sándwich, pues como dice Jurgen Klaric ¨las personas necesitan alimentos que los satisfaga mas allá del concepto de buena nutrición¨. Las historias que pueden componer el rason why de una marca están disponibles en cualquier sitio, de igual forma que el concepto de una campaña exitosa, o el tema de un artículo para Roastbrief. Imagen cortesía de Fotolia
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