Mucho se ha hablado de la forma en que las empresas y las marcas buscan crear experiencias para exponerlas por medios específicos para la web, mismas que deben contener un grado grande de creatividad que ayuden a fidelizar a los consumidores por medio de estrategias en redes sociales. Uno de los impulsores de estas ventajas competitivas, han generado una gran expectativa entre las marcas, y es obvio que no quieren dejarlos de lado: ser una lovemark. El lovemark es el poder que una marca adquiere para que el público pueda diferenciarla por medio de colores, formas o logos, sin que la marca tenga que mencionar necesariamente su nombre. Este es el sueño de toda marca, estar tan posicionadas que la publicidad es sólo un vehículo más para mantener reforzada la imagen. Apple, Coca-Cola, Nike, son ejemplos de lovemarks, sin embargo, la estrategia en cuanto a creatividad se refiere, cambia cuando hablamos de generar lealtad por medio de redes sociales. En mercadotecnia digital, es de vital importancia tener un plan para generar lovemark por medio de redes sociales, es decir, esto se da interactuando con el público y llegar entre ellos, al consumidor real. El reto para los publicistas y mercadólogos (incluso en Social Media) será encontrar el medio adecuado para llegar al target y así encontrar un engagement real… ¿Cómo? Por medio de emociones. Generar una historia que represente la fidelidad del consumidor con la marca, es una estrategia que muchas de las empresas omiten, sin pensar que el Internet, se ha convertido en el medio más social en cuanto a comunicación directa (e indirecta) y que, es el primer motor desde donde la marca debe corresponder a las necesidades y códigos que representa la red. La estrategia, en este caso, debe ser que los estudios se pongan en los zapatos del consumidor y generen una respuesta inmediata (tal como fluye la información en dichas redes) como oportuna. Al querer alcanzar la meta de una lovemark, se deben crear vínculos emocionales con los consumidores sin importar el actitudinal nivel socioeconómico. Por medio de redes es difícil fidelizar con el usuario, sin embargo no es imposible. Esto, además debe venir acompañado de un cierto “código” para poder dirigirse al consumidor por medio de las redes sociales. Como interacción pública, internet es un medio que puede ser manipulado incluso por un bot. Ese no debe ser nuestro objetivo al ser estrategas de redes sociales. En este nuevo siglo, las lovemarks de las que escuchemos, serán aquellas que logren estos vínculos afectivos entre comunidades y redes, más allá de una simple atención personalizada. El amor por la marca necesita demostrar respeto por el consumidor, así, yéndonos al mundo real, desde el respeto nace el amor que se puede simplificar con las acciones necesarias para un lazo evolutivo de compra. Sin duda, para darle una personalidad a la marca, se necesita creatividad, misma que traducido a una estrategia en marketing digital, requiere de señales de sociabilidad, creatividad para comunicar el mensaje, fortalecer vínculos, y enfocarnos a que una lovemark, requiere sobre todo, de una marca humana, que responda a una calidad que impacte al usuario y a sus sentimientos directamente. Imagen cortesía de Fotolia
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