Tal vez sea porque hoy es jueves 5 de Junio, un día cualquiera para la mayoría, pero muy especial para MIRACLE, para mi equipo, para mí y para la familia Quevedo (Valparaíso, Chile), a los que conocimos hace apenas dos semanas y a quienes ustedes, estimados amigos, están a punto de conocer. Y es que hoy lanzamos nuestro más reciente “Milagro”, en MIRACLE, aunque pensándolo bien, la idea de ayudar a una zona afectada por una catástrofe (contribuir a que no se olvide tan pronto lo que ha pasado allí para que siga llegando la ayuda) haciendo lo que mejor creo que sabemos hacer (comunicar), llevaba ya algún tiempo rondándome la cabeza. Recuerdo que en ese momento estaba yo renunciando a mi trabajo como DGC en una agencia de publicidad, al tiempo que dormía muy poco preparando el lanzamiento de MIRACLE. Y me acuerdo bien porque apenas si han pasado cinco meses. Soy de los que creen que no hay excusas y que al final uno saca tiempo para lo que quiere y considera que lo merece, así que si esperaba a tener tiempo o encontrar el momento perfecto para llevar a cabo esa ayuda, éste nunca llegaría. Sobre todo porque siempre es un buen momento para darla y siempre hay un lugar donde se necesita ayuda. Aunque no salga en los medios. Por eso, cuando pasó lo que pasó en Valparaíso, no hubo duda, ni marcha atrás ni momento bueno o malo. Sentí que teníamos que hacerlo. Se lo dije a Carolina Rivera (Project management en MIRACLE) y no pudo estar más de acuerdo, volcándose en apoyarme en toda esta historia de la cual los amigos de Roastbrief me han brindado amablemente este espacio para mostrarles lo que queremos hacer con esta idea. Se llama FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza y es nuestro último Activismo Creativo en MIRACLE en forma de mini-documental, con el que pretendemos poner de nuevo el foco allí donde hubo una catástrofe, para que no la olvidemos tan pronto y ayudemos con lo que podamos. Y aunque en este caso, nuestra propuesta es para ayudar a Valparaíso, esperamos que por extensión, FÉNIX inspire a mucha más gente a tener en cuenta que siempre podemos ayudar con algo, cualquiera que sea el lugar donde haya habido una catástrofe. Hacer que no se apague la esperanza. Como toda historia, FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza también tiene sus protagonistas: Joaquín y Cynthia, la cara de la familia Quevedo, una de las 3,000 familias que lo perdieron todo por culpa del devastador incendio que asoló Valparaíso el pasado 12 de Abril de 2014, y en el que perdieron su casa más de 12.000 personas. 12,000 historias de las que desafortunadamente sólo podemos contar una, pero que con un poco de suerte y tu ayuda, esperamos que le llegue a muchísima gente y les inspire lo suficiente para que a través de lo que proponemos en el documental, quieran ayudar a la familia Quevedo a levantar su casa de las cenizas, o a cualquier otra familia que deseen, a través de las múltiples opciones de ayuda que existen (y por lo que nos dicen, funcionan). Porque, insistimos, FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza es tan sólo una manera de hacerlo, pero ojalá que prenda el interés de ayudar, sea cual sea la forma en que se haga u opción que se elija. El por qué decidimos ayudar a la familia Quevedo fue una de esas casualidades que uno sabe que tenía que suceder así. Puro random. Hubiera podido ser cualquier otra. Y precisamente allí radica lo bonito y lo maravilloso, porque en parte, queremos pensar que así será, y esperamos que algunos de los que se crucen con FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza acaben ayudando a otras familias además de la Quevedo. De la misma manera azarosamente maravillosa, pudimos empezar y terminar este mini-documental en un tiempo récord: grabación, edición, diseño y programación, todo en apenas 8 días, algo imposible de lograr en ninguna agencia, al menos en las que yo he estado, por muchas ganas que uno le ponga. Aunque realmente la cosa empieza hoy y no terminará hasta que hayamos ayudado a levantar esa casa. Lo bueno es que tú también puedes ayudarnos. Igualmente tenía que pasar que la marca a la que intentamos involucrar para que apoyará la mini producción de FÉNIX, no pudiera hacerlo. Y está perfecto. En este caso, FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza no le encajó a la marca a la que se lo propusimos, por una obvia cuestión de tiempos (tenía que hacerlo YA) pero sobre todo porque sinceramente creemos que todavía no hay muchas marcas preparadas para algo así. Pero no importa, porque sintiendo que debíamos hacerlo, FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza se convirtió automáticamente en el primero de esos proyectos propios 100% autofinanciado, para demostrarnos a nosotros mismos que podemos ser cada día un poquito más coherentes. Y es que tenemos dos tipos de proyectos: los propios y los que involucran a marcas. Los primeros son nuestra manera de predicar con el ejemplo y mostrar a las marcas todo lo que podríamos hacer con su ayuda para mejorar un poco el contexto en el que vivimos, e inspirar a miles de personas a que nos ayuden a hacerlo. Los proyectos con marcas nos deberían posibilitar apostarle a los primeros (proyectos propios) para seguir abriendo camino y seguir yendo todo lo que podamos por delante, experimentando y haciendo lo que pensamos que debemos hacer y no lo que nos dicen que deberíamos. En definitiva, arriesgando con hechos y no con palabras. Por eso nos definimos como la primera “agencia de bondad” del mundo, donde en vez de campañas intentamos crear pequeños “Milagros”. Y por eso desde que nacimos, estamos poniendo nuestra creatividad al servicio de lo social, aportando soluciones a problemas tangibles que podrían afectarnos a todos, involucrando apersonas y marcas para que ayuden a resolverlos en vez de esperar a que ocurra un Milagro. Nos gusta pensar que con lo que hacemos estamos ayudando a vender bien el Bien, porque creemos que históricamente nos lo han vendido muy mal. No quisiera terminar sin mencionar a los que serían los grandes facilitadores de FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza en Chile. Me contactaron por mail hace justo un año para felicitarme por mi trabajo y 365 días más tarde, se convirtieron en colaboradores que enseguida pasaron a ser grandes amigos y que sin los cuales, nada de lo que os estoy contando sobre FÉNIX habría sucedido tal y como lo estoy contando. Gracias Cristóbal Saldaño, Lucho Miranda, Bdo San Martín y otros tantos que no cabrían aquí pero sépanlo, aquí están. Todavía no he acabado de digerir (y me consta que el resto del equipo tampoco) lo que mucho que hemos aprendido con este proyecto. Desde aquí, gracias a la familia Quevedo y a toda la gente que conocimos en esos cerros por darnos un máster que no se puede aprender en ninguna universidad. Random será que te guste o no esta historia que estás a punto de ver y que te emocione hasta el punto de ayudar. Sabemos que FÉNIX #UnTrocitodeEsperanza no es para todos, pero ojalá sea para ti y seas parte de este pequeño gran Milagro, haciéndolo realidad y con ello sintiéndote también un poquito más coherente hoy. Porque como nos gusta pensar en MIRACLE, los coherentes son los nuevos valientes y hoy los Milagros existen porque los hace la gente. Tú.
Comentarios