De una lista de 108 naciones de la UNESCO sobre el índice de lectura, México ocupa el penúltimo lugar. En promedio, los mexicanos leen 2.8 libros al año, y sólo 2% de la población tiene como hábito permanente la lectura. En contraste, el 41% de la población dedica su tiempo libre a ver televisión o a mantenerse informados por otro tipo de medios, como lo son las redes sociales y los canales por medio de un stream en internet. Sin duda, uno de los temas que más nos atañe como mexicanos es el de la implementación de la lectura por gusto. Los retos editoriales y de consejos comunicativos, buscan romper el paradigma de las cifras y aprovechar una nueva vía de promoción a través de diversos canales. Esto ha sido un esfuerzo conjunto desde hace años, no sólo por parte de las editoriales. Las cuestiones mediáticas acerca del impulso de marcas, productos y en este caso, libros, van a la alza. El tema de los “video reseñadores” no es un tema viejo, pero poco a poco ha tomado más fuerza e incluso en cuestiones del crecimiento de marca. Más ventas, más “fácil” y sin mucha inversión (no quiere decir que no se gaste, pero se gasta menos que en una campaña). Nacen los Booktubers. Las empresas dedicadas al asunto editorial, enfrentaban un riesgo latente ante el rezago de venta en cuestiones de papel, y esto se detuvo gracias a un nuevo mecanismo que consiste en que, diversos usuarios por medio de sus canales de YouTube comparten reseñas de sus lecturas favoritas intercambiando opiniones con sus suscriptores y visitantes del canal de todas partes del mundo. El fenómeno Booktuber lleva funcionando desde hace varios años en el mundo. En México a mediados de 2013 apenas se notaba su presencia. La comunidad booktuber sigue aumentando, cientos y cientos de canales con decenas de miles de suscriptores. Como marca, la difusión alcanzada y viralizada por medio de estas plataformas, representa una nueva forma de reinventarse para editoriales como Planeta, Alfaguara y Penguin Random House, incluso en la estrategia se estipula regalarle los libros a los lectores con el afán de ser “video-reseñados” y así, impulsarlos en ventas y en popularidad por medio de estos embajadores autodenominados Booktubers. Grupo Planeta trabaja con alrededor de 30 booktubers. Ya hemos sido testigos de embajadores de marca, vloggers, bloggers y demás casos que exponen el método ganar-ganar como estrategia para aumentar sus ventas y tener la preferencia del usuario final que, a fin de cuentas, es una persona que se identifica con estos usuarios y comparten características guía para las empresas, como rango de edad, intereses, posicionamiento, preferencias en punto de venta y otros factores que ayudan a definir el público meta. El mundo de la crítica-tecnológica-literaria sin duda se está actualizando, no sabemos si con la bendición de Bernard Pivot o de Milan Kundera, pero es sin duda, un área de oportunidad para las nuevas estrategias mediáticas y de impulso de marca.
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