Uno de los episodios de la vida del creador y CEO de Apple, Steve Jobs, es el relacionado con la conexión espiritual de la que fue participe durante su juventud. Se sabe que Jobs tenía gran interés en la cultura oriental y principalmente en los aspectos espirituales que en ella encontró; así, el budismo zen fue parte importante en su desarrollo humano y en la búsqueda de nuevos conocimientos y experiencias que, de igual forma, lo llevaron al mundo del LSD y los estupefacientes imperantes de la época. Aunque pareciera que dicho periodo de tiempo bien pudiese haber sido pasajero y con poca trascendencia para el desarrollo del Steve Jobs emprendedor e innovador, resulta interesante que es muy probable que exista una relación más estrecha entre este afán de búsqueda religiosa y espiritual para con el posterior nacimiento de una de las compañías más importantes y mediáticas en el mundo de la tecnología y la comunicación, Apple. Brett Robinson, quien es catedrático en el área de Marketing en el Colegio de Negocios de la Universidad de Notre Dame ha escrito en su más reciente libro,Appletopia, que los amantes de los productos comercializados por la compañía del Silicon Valley, son parte de un culto de características desproporcionales debido, en buena medida, a la manera en la que Jobs hizo uso de metáforas e iconografías religiosas para elevar el peso mediático de sus productos como si se tratase de una especie de culto. El autor afirma que incluso en las épocas del nacimiento de Apple, la espiritualidad ya formaba parte de la filosofía de la empresa y esta fue determinante en la manera en la que se crearon y ejecutaron las estrategias de comercialización de los productos que se lanzaron al mercado durante la parte final de la década de los años 70’s. Dichas estrategias tuvieron un efecto muy positivo para el impulso y rápido crecimiento de la compañía, comiéndole el mandado a las grandes corporaciones del momento como HP e IBM. Un claro ejemplo de esta influencia religiosa y espiritual lo encontramos en el uso de la iconografía plasmada en el logotipo de Apple. La manzana mordida sugiere al Jardín del Edén y al Árbol del Conocimiento; algo tan visible y poco sutil que hace referencia al libro religioso más popular en la historia de la humanidad, La Biblia. Otro caso lo hayamos en el famoso spot publicitario que se transmitió durante el entretiempo del Super Bowl de 1984, en el que se puede ver a una corredora arrojando un martillo a una gran pantalla, lo cual, en lugar de una esperada explosión, produce una especie de iluminación. Iluminación que formaba parte de las creencias espirituales que Jobs tenía acerca del proceso de la vida. Por otra parte, se sabe que a la hora de buscar clientes, desarrolladores e inversionistas para la compañía, Apple empezó a hacer uso de evangelistas para difundir la palabra acerca de sus productos. Incluso, cuando se dio el regreso de Jobs a la empresa, se usaron frases publicitarias como: ‘Apple resucitó’ o‘Regresó de la muerte’, haciendo referencia a aspectos muy relacionados con la religión. Lo cierto es que más allá de las creencias, siempre estuvo el Steve Jobs genio y creativo que siempre supo utilizar todos los medios a su alcance para proyectar a su compañía hasta los niveles más altos en la jerarquía del mundo de la tecnología y la comunicación. ¿Y tú, te habías percatado de estas o de algunas otras tácticas de mercadeo y gestión utilizadas por Steve Jobs para la introducción de sus productos y marca en el mercado? Háznoslo saber en la sección de comentarios.
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