Ésta no es una lista, en realidad, es más como una especie de petición a ti que me lees. De entrada gracias por hacerlo, usted seguramente goza del síndrome de Estocolmo. Ya estamos en 2015, cada día tengo más canas y hoy decidí escribir sobre los propósitos que creo deberíamos tener como industria creativa. No voy a enumerar, simplemente las iré presentando y desarrollando, así como si fuera una revisión de caminos antes de una licitación. En 2015 usemos menos pinterest y recobremos el interés en escuchar a la gente, si usted se inspira en pinterest o en cualquier otro banco de ideas está muy bien, solamente le pido de rodillas (en realidad de rodilla, por que tengo una mala) que no sea víctima del copy & paste de ideas ajenas. Dejemos de lado los flash MOBS. Punto. Busquemos procurar el talento en nuestras agencias, las ideas vienen de personas y no de máquinas. Cuidado con cómo tratan a su gente. Es importante buscar alianzas estratégicas, ojo, estratégico no significa obtener ventaja de la situación o esperar sentado a que la otra agencia haga todo el trabajo por nosotros, abusados. Usted representa a la industria creativa del país, asuma esa responsabilidad. Seamos conscientes de dónde vivimos, lo que funciona en Holanda no necesariamente tendrá el mismo efecto en Naucalpan, si vamos a buscar tendencias y movimientos socioculturales que sea en países con identidades parecidas. Orientemos al cliente. El cliente no es nuestro enemigo, a veces toman decisiones que nosotros en la agencia no comprendemos pero es parte de nuestra chamba orientarlos, de nada sirve pensar que el cliente es un burro, básicamente nosotros somos más por no recordar quién paga nuestra quincena. Ojo: no estoy diciendo que tengan la razón, ya que muchas veces no la tienen, simplemente hay que recobrar el rol de asesor y no tanto de agresor. Recordemos que nosotros también somos consumidores, no pertenecemos a un planeta distante donde la inteligencia es superior y las cosas son diferentes. Digo. Hagamos equipo desde dentro de la agencia, de nada sirve tener batallas entre creativo y cuentas, el fin que buscamos es el mismo. A menos que lo único de su interés sea conservar el trabajo, eso es patético. Busquen a otro abogado, el abogado del diablo es una figura que no debería existir en cualquier conversación. Nunca tienen argumentos contundentes, ese es un agente tóxico dentro de la agencia, lean arriba: Hagamos equipo. Cobremos lo que vale nuestro producto creativo, hay una diferencia entre lo que vale y lo que cuesta, si usted vende campañas completas en 5,000 MXP permítame decirle que no le respeto y le hace daño a la industria a la que pertenecemos. Ojalá recapacite. Querido cliente, si usted compra campañas de 5,000 MXP obtendrá justamente eso, una campaña con ese valor. Entendamos que no hay agencias chicas o grandes, existen buenas ideas, creativos con talento y cuentas que entienden su trabajo. Eso nos dará pie para llegar a donde queramos. Busquemos mejorar, siempre hay forma. El próximo post, será menos cursi. Les mando besos.
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