Un día te levantas de mal humor, cansado y deprimido y a lo largo del día empiezas a recibir en el móvil esos anuncios para comprar ropa online, helados, vitaminas, y libros de autoayuda. Otro día te levantas feliz, no sabes el motivo, pero te apetece comerte el mundo, el sol brilla y vas a por todas, y recibes en tu Smartphone, anuncios de restaurantes, locales de copas, planes para el teatro, cine, etc. ¿Casualidad? Cada vez son más marcas que están trabajando en el “detector de emociones” de los usuarios, no porque quieran estar a tu lado en los malos momentos, que también, pero sí por el enorme negocio que hay detrás de cada una de tus emociones. Apple registró el año pasado unas patentes para seguir este camino. Se supone que son unos dispositivos que registrarían el ritmo cardiaco, la presión sanguínea, adrenalina, temperatura corporal y un largo etc. A todo ese registro de parámetros, se le uniría el rastreo por redes: qué haces y a qué horas, cuántas veces te conectas, desde dónde, etc. y ¡voilá! El resultado determina un perfil emocional del consumidor. A partir de ahí, recibirás, según tu estado de ánimo, anuncios totalmente adaptados a ti, con lo cual, la efectividad de la publicidad se vería muy beneficiada. Te conocen y saben qué ofrecerte en cada momento. ¿Cómo te sientes? Pues este es el anuncio más adecuado para ti ahora mismo. Estamos en el momento justo. El reconocimiento facial es otro de los métodos más empleados para saber qué estado emocional tiene el consumidor. Pueden detectar emociones hasta con un 90% de precisión. Se han realizado diversos proyectos, uno de ellos, Eyetracker del que ya hablé en otro artículo, que reconoce en qué punto se detienen tus ojos y reconoce las emociones, totalmente enfocado al posicionamiento, packaging e impacto visual del artículo. Pero también el reconocimiento visual existe para facilitarnos la vida, como por ejemplo en el caso de Autoemotive. Este proyecto trata de implementar la tecnología que detecta el estado de ánimo a los vehículos, para lograr empatizar todo lo posible con el conductor y así mejorar la experiencia al volante. El coche podría regular la posición del asiento, suavizar la música, la intensidad de la luz, ampliar la luz de los faros si la visión así lo necesitase, etc. todo dependiendo de lo que necesites en ese momento. Os dejo el video para que podáis verlo; ¿Estamos cruzando la delgada línea que separa la publicidad personalizada y llegando al intrusismo? ¿No os pone nerviosos saber que estamos controlados por las tecnologías? Llegará el día en el que la tecnología manipule al hombre, ¿O ese día ya ha llegado?
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