Raúl Cárdenas Rivera empezó a estudiar Diseño Gráfico en la UAEM, aunque pronto descubrió que esta universidad (como todas las escuelas que tienen su propio enfoque) estaba más especializada en ciertas áreas, pero a él lo que le había gustado siempre era la cuestión de la narrativa, así que continuó su carrera en la Universidad Autónoma de Guadalajara, cayendo en el mejor lugar para hacer animación, ya que en Guadalajara hay una gran tradición de cineastas independientes. También tiene una maestría en cine con especialización en animación en la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles) Pronto tuvo la oportunidad de hacer sus prácticas profesionales y después trabajar en lo que en su momento se llamaba Calavera Films que hacía animación en plastilina y tuvo cortometrajes con muchísimos premios a nivel nacional e internacional. Raúl colaboró en el corto “Hasta los huesos” con René Castillo y Luis Téllez de los que aprendió muchísimo ya que son de los mejores animadores en ‘Stop Motion’ en Latinoamérica, se llevaron bien y lo recibieron muy bien en su estudio y después de algunos meses colaborando con ellos, lo invitaron a nuevos proyectos. Ya queriendo realizar sus propios proyectos, realizó ‘Rojo’, su primer corto, que lo llevó a ganar diversos premios en festivales, lo cual fue un alimento muy grande para su “espíritu creativo” ver que otros apreciaban su trabajo. Después unió esfuerzos con su “hermanito” Rafael, quien estudió Comunicación en la Universidad Anáhuac, y realizo estudios de Especialización en Digital Character Animation en la Vancouver Film School y han hecho una excelente mancuerna. Le pregunté cuál ha sido su mayor logro en el cine, a lo que respondió que no le gusta pensar en términos de premios (aunque los tienen a nivel nacional e internacional) porque todos los festivales al final son subjetivos y dependen de los gustos del jurado, pero la reacción de la gente al ver los cortos, verlos reír o sorprenderse es una verdadera motivación. Por ejemplo en el estreno de su último cortometraje ‘Luna’ en el Festival de Guadalajara (este corto participó en una preselección para los Óscares) una señora se acercó a ellos preguntando si eran los directores y les dijo que había estado muy bonito el corto y que casi la habían hecho llorar. Esos son los momentos que valen la pena. También me contó que en el Facebook de la serie “Biceaventuras” cortos donde además de contar hechos históricos por motivo del Bicentenario, trataban de aportar siempre mensajes que transmitieran valores a los niños, una niña les contó que su hermanita antes no se quería bañar pero después de ver el capítulo donde hablan de la higiene ya se bañaba con gusto, me lo cuenta con una emoción que conmueve, se ve que realmente quiere aportar algo a la sociedad. Le pedí a Raúl que me describiera su proceso creativo y me dice que cada proyecto es diferente pero que todo nace de la observación, que todos los detalles de la vida cotidiana se vuelven importantes, todo te puede inspirar, es como un rompecabezas y todo se va moldeando como en plastilina, tomando forma poco a poco. Por ejemplo un objeto cotidiano como una coladera o la luna pueden inspirar una escena y se va construyendo una historia alrededor. O por ejemplo puede nacer de estar dibujando y si de pronto aparece en el papel un personaje chistoso o interesante, entonces quieres contar una historia a cerca de él. También me gustó mucho como me contó que hay una increíble coordinación con su hermano, porque uno tiene una idea y el otro puede hasta estar pensando casi en lo mismo, o le cuenta al otro su idea y a éste se le ocurre como complementarla y así van construyendo y aportando a un proyecto que les entusiasma. Es algo que a Raúl le complementa y le alimenta. A la pregunta de cómo funciona el marketing en el cine, Raúl me comentó que para los cortometrajes que es lo que ellos trabajan, no hay mucha oportunidad, ya que desafortunadamente en México no hay la cultura y el reconocimiento de su potencial. Pero el mejor marketing es el buen trabajo de los creadores para ganarse la confianza de productores y patrocinadores que inviertan en los proyectos. Lo que falta es abrir la visión en México del potencial en los cortometrajes, ya que en los festivales nacionales e internacionales donde se presentan, hay una afluencia impresionante de espectadores a quienes se puede impactar. También existe el apoyo del artículo 226 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta para impulsar el cine mexicano, pero hasta el momento no aplica para cortometrajes. Los espero el próximo lunes para la segunda parte de la entrevista, donde Raúl nos habló de su opinión sobre el Product Placement, los Óscares y el marketing del futuro en el cine. Imagen cortesía de iStock
Comentarios