Hay veces que de verdad me cuestiono muy cabrón la existencia de las agencias en las que trabajamos. La mayor parte del tiempo nos llenamos la boca de un orgullo muy peculiar porque somos creativos y trabajamos en una agencia… pero, lamentablemente ni creativo se salva de tomar dictado directo del cliente. De pronto llega un brief de una marca linda, con la cual se pueden hacer buenas cosas, te reúnes con el equipo creativo, con un par de cocas, cigarros y toda tu disposición para tener un peloteo de esos sabrosos, de esos de buenas y bonitas ideas. Después de un par de horas se tiene algo que nos gusta a todos, por fin, vamos a graficar, escribir cabezas, el Keynote y ¡pum! Los materiales listo… todos contentos por la chamba y emocionados por esperar el resultado, del cual por tiempos no hubo oportunidad de ir a presentar, como todo urge con la presentación era más que suficiente. Todos a casa, mañana tendremos buenas noticias… seguro. ¡Saz! ¡Llegó el mail! Y lo primero que uno recibe es un: muy buen trabajo, muy buena idea, el arte nos gustó mucho, pero… ¡carajo! Siempre, hay un pero, pero de verdad lo que nos gustaría ver es lo que les mandamos en el mail. Justo así. ¡Neta! No lo puedes creer y lo peor de todo no puedes hacer ni decir nada, porque al cliente no se le puede decir nada, porque la cuenta manda y porque como se dice por ahí porque así es, es ahí donde el skill de tolerancia a la frustración brilla en tu book. Te piden cosas nuevas, cosas “creativas para la categoría” y te pones a trabajar en eso, para que en la retro del cliente te digan, ahhh está bueno, pero mejor algo más “safe”. En teoría y a mi forma de entender nosotros deberíamos decirles qué es lo que se debería hacer, o bueno yo no llego al dentista a decirle: oye, sácame tal diente, y tal, y tal, no importa que estén sanos, tú sácalos porque yo creo que es lo mejor, aunque me perjudique o no sirva de nada, tú sácalos porque así lo digo yo, pero bueno, no se puede, hay ciertos protocolos que hay que cumplir, sueldos que pagar y plata que conservar. Y bueno aunque esto pase un jueves por la mañana es algo que jamás debe detenernos a intentar hacer mucho mejor las cosas, de todos modos, hasta el gloriosos departamento creativo, se sienta con el cliente a tomar dictado. AUTOR Imagen cortesía de iStock
Comentarios