Claro renuncia a sus outdoors más valiosos -antenas con su logo- para cedérselos a personas que lo necesitan más: amas de casa centroamericanas sin ingresos. Según Jesús Revuelta, Director General Creativo de la agencia Ogilvy & Mather Costa Rica: “Las familias humildes rurales lideradas por hombres, gastan una gran parte de su dinero en créditos para pagar pantallas planas” y a través de este proyecto “Claro está convirtiendo ese gasto en una fuente de ingresos”. Tras colaborar con hogares y artistas locales, se crearon startups de mujeres que empezaron transformando las antenas en anuncios, y así las tareas domésticas de esas amas de casa pudieron convertirse en nuevos negocios. Las antenas satelitales pueblan buena parte del paisaje rural latinoamericano, siendo el espacio publicitario más valioso que tienen las empresas de telecomunicaciones. “Con las nuevas antenas, Claro está respetando muy bien el lenguaje visual local” explica el creativo español, “pero el efecto más relevante es que esta cesión de poder, este comportamiento generoso de la marca, está empoderando a las mujeres para progresar económica y socialmente”. Las mujeres ganan y, por supuesto, Claro también. Las nuevas antenas están creando una poderosa razón de adquisición y de retención para un target muy específico. “Creo que es una idea bastante pervasiva”, explica Revuelta. “Es tan líquida que es outdoor, es marketing directo, es una innovación en medios, responsabilidad social corporativa, diseño… pero sobre todo, está integrada en la vida de las personas. No hay necesidad de perseguir a estas mujeres con publicidad intrusiva. Ahora, tienen una nueva razón para querer la TV Satelital de Claro en vez de cualquier otra marca. De algún modo, es un producto nuevo y más seductor”.
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