¿Cuántas veces has escuchado un alegato, una discusión o un berrinche con la frase es que por sentido común… ? ¿Te ha pasado? Seguro que sí como a la mayoría. Lo que vemos aquí es que el llamado sentido común que no es tan común, ya que para cada quien funciona diferente. Muy subjetivo -más que nunca- y éste es el nuevo insight que nos define. Antes creía que cada cabeza era un mundo, pero ahora pienso que cada cabeza es un universo en diferente dimensión. Hoy mi sentido común no es tan compatible como antes. Piensas que en la forma que tú actuarías debería hacerlo el otro, creamos demasiadas expectativas y con ello, demasiadas desilusiones en potencia. El sentido común, para que sea común, debe tener una serie de requisitos para que pueda llamarse así entre personas que comparten los mismos o muy parecidos valores, principios, creencias y conocimientos. Hoy la sociedad no es tan homogénea como hace 50 años. Hay mucha más diversidad para ser y hacer, cada vez existen más segmentos de la población que el marketing trata de entender, cada vez más grupos de personas que piensan y actúan diferente al resto y entre los miembros del mismo SÍ EXISTE UN SENTIDO COMÚN (o al menos más común) porque comparten un visión de la vida más similar. ¿Qué es lo que nos queda? La empatía. Si la aplicamos, el clásico reclamo del sentido común no tendrá lugar. ¿La buena noticia? Cada vez más gente piensa, cree, aprende y actúa de forma diferente, lo que enriquece a la especie humana. Cada vez hay más personas que rompen el molde de lo que la vida, la educación, el trabajo y otros aspectos deberían ser (para bien y para mal, según quien lo mire). ¿La mala? Si bien entre todos los seres humanos tenemos coincidencias en el ser y hacer, ya no alcanza la suma para llamarlo orgullosa y universalmente SENTIDO COMÚN. Si no existe la empatía, somos inflexibles, incapaces de tratar de entender las acciones del otro, que a nosotros no se nos hacen “comunes”. Pensemos en aquellos personajes históricos que cambiaron el mundo como Da Vinci, Einstein, Aristóteles… Lo común que comparten estos increíbles seres humanos es que su sentido común no encajaba en la sociedad, tenían más bien un sentido especial, causaban controversia e incluso rechazo. Tenían una visión muy particular de ver la vida. Si queremos realmente entender a las personas, a los targets, a la familia, al compañero de trabajo, deja tu sentido común de lado y éntrale en la empatía. Todo lo que es auténtico suele ir en contra del sentido común. Para ser un gran observador del mundo, la empatía es una capacidad que debes tener y desarrollar. ¿Tú qué piensas? Imagen cortesía de iStock
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