A todo aquel que le guste el mundo de la publicidad sabrá que no es fácil llegar a ser uno de los mejores y crearse un nombre en el mundillo. Aún así el espíritu del creativo es no darse por vencido y trabajar para lo que desea con todas sus fuerzas. Como bien sabrás, para hacer un buen trabajo se necesita constancia, entrega, errores de vez en cuando, pasión, aprendizaje constante, escuchar a tu entorno, entre otros. Vale, ya sé, me dirás que todo eso está muy bien pero… ¿por dónde empezar? Siento decirte que para esta pregunta no hay una respuesta concreta ni acertada, pero lo que sí puedo contarte son los primeros pasos que dieron grandes creativos que cambiaron el mundo y lograron repartir pura proteína por donde pisaban. Si te interesa cómo comenzaron, no te puedes perder lo que viene a continuación:
James Walter Thompson (1847-1928)
Más conocido como JWT, empezó contratado como contable en Carlton & Smith (Nueva York), sin embargo, mientras servía en la Marina se especializó en la venta de publicidad en revistas religiosas. Así pasó a convertirse en un vendedor tan rentable que en 1877 compró la empresa para la que trabajaba por $500 rebautizándola como J. Walter Thompson Company.
Leo Burnett (1891-1971)
Nuestro querido Leo estudió periodismo en la Universidad de Michigan y tras trabajar un tiempo para el Peoria Journal (Illinois), decidió mudarse a Detroit, donde empezó su andadura en publicidad consiguiendo un trabajo en Cadillac Motor Company. Después de esto, ofreció su ingenio a varias agencias como redactor y jefe creativo antes de fundar la suya propia.
David Ogilvy (1911-1999)
Pudo acudir a la universidad de Oxford Fettes debido a las becas que recibió, pero aún así no logró acabar sus estudios y acabó nada más y nada menos que como ¡aprendiz de cocinero! Más tarde empezó a vender estufas de cocina puerta a puerta (más de un publicista comenzó de esta manera). Sin embargo, su oportunidad de trabajar en agencia la obtuvo en Londres, donde empezó como ejecutivo de cuentas para Mather & Crowther.
William Bernbach (1911-1982)
Bill para los amigos, nació el mismo año que Ogilvy. Estudió literatura inglesa en Nueva York y uno de sus primeros trabajos fue redactar discursos para el político Grover Whalen. Más tarde comenzó a trabajar en publicidad para la agencia Wintraub pero tuvo un parón inesperado cuando tuvo que pasar 2 años en el ejército debido a la Segunda Guerra Mundial. Aún así, al regresar le esperaría un regalo muy especial: el puesto de director creativo para Grey.
Harrison King McCann (1880-1962)
Estudió en la Universidad de Bowdoin, y durante su etapa universitaria trabajó en el periódico de la universidad, como botones para Hiram Ricker & Sons y finalmente como vendedor del agua Poland Springs, lo que le condujo a las oficinas de Nueva York. Al ampliar horizontes en esta nueva ciudad, cambió de trabajo y pasó a la agencia Amsterdam Advertising como redactor. No sé que conclusión sacas tú de todo esto pero la mía es que lo bonito de este mundo creativo es que no es necesario estudiar la carrera de publicidad para llegar a ser publicista. Puedes haber estudiado Derecho, Medicina, Ingeniería, Literatura o incluso no haber estudiado una carrera y que la publicidad te reciba con los brazos abiertos (si es que de verdad le demuestras que la quieres). En definitiva, lo bueno de este campo es que estamos rodeados de tanta gente distinta que es difícil no llegar a casa cada día con el sentimiento de habernos enriquecido y aprendido con la manera de pensar de otros. Algunos datos han sido recogidos en La Historia de la Publicidad AUTOR Laura Zalve “Nació un 1 de diciembre de 1991 en Madrid (o por lo menos eso le han dicho), empezó contando ovejas y acabó en publicidad. Fundadora de Querido Creativo, dos puntos, gestora de contenido y community manager para diversas marcas. Adshunter en sus ratos libres, pero shhh es un secreto :).”
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