Desde que el sol comienza a reinar en la mañana, hasta que le da paso a la oscuridad de la noche, como seres humanos estamos expuestos a diferentes cosas. Una de ellas es la publicidad, que en más de una ocasión, nos llega a ser invasiva y por consecuencia, a veces la bloqueamos de nuestra mente. Por ejemplo, cuando estamos viendo televisión o un vídeo en YouTube, ponemos en práctica el famoso zapping, es decir, nos saltamos los anuncios publicitarios. Para evitar este tipo de acciones, los mercadólogos y publicistas han creado lo que hoy conocemos como Product Placement, que es la aparición de marcas o productos de manera explícita dentro de programas de televisión, películas, radio, etcétera. Esta estrategia es más efectiva a la hora de querer exponer nuestra marca, pues evitamos el zapping. Sin embargo, el Product Placement no solo existe dentro de los materiales audiovisuales, sino también dentro del material impreso como lo son libros. Por ejemplo, tomemos una obra contemporánea (tal vez no la favorita de muchos) pero que es un buen ejemplo. Su nombre es Crepúsculo (Twilight en inglés), donde desde que comienza, la autora lanza marcas principalmente de coches (Volvo, Chevrolet), algunas bebidas como Coca-Cola y lo más importante: nos hace referencia del pueblo de Forks, que se encuentra en un condado del estado de Washington. El éxito de la saga de vampiros llevó también a la fama a Forks, donde gracias a la obra literaria y a la película, aumentó considerablemente el turismo dentro de la zona. Estos es un claro ejemplo del poder que tiene el Product Placement dentro de los libros, ya que no puedes evitar saltarte una palabra, marca o producto, porque estás leyendo emocionadamente el material. Como mercadólogos y publicistas, podemos utilizar esta herramienta de manera sabia, ya que nos puede traer muchos beneficios a nuestro negocio. Imagen cortesía de iStock
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