Cuando se habla de la palabra “éxito” a menudo suelen representarse imágenes repletas de dinero, lujos y todo tipo de objetos materiales. Sin embargo el éxito es un término completamente subjetivo, ya que cada cual lo percibe de formas distintas. A mi parecer, ser exitoso es tener la capacidad de conseguir todo aquello que deseas, de una manera lícita y satisfactoria (de preferencia ayudando a los demás en el camino). Es la facultad que tiene el individuo para cumplir los objetivos que se propone con resultados óptimos y eficientes; obteniendo así la autorrealización. El éxito tiene su génesis en el pensamiento positivo que tenemos día a día. Por otro lado, si los pensamientos que nos embargan son negativos, se reafirma una oposición al progreso y reforzamos una actitud en contra del bienestar. Para llevar a cabo los triunfos y logros anhelados es primordial determinarlos inicialmente con las ideas, pues estas van a regir nuestras acciones, mismas que conllevan la consecución de todo aquello que se desea obtener. Asimismo, es de suma importancia ser constante y persistente en el proceso. ¡No sólo se trata de tener buenas ideas y pensar de manera positiva! Sino de trabajar apasionadamente en la dirección correcta. A decir verdad, no existe un modelo infalible que asegure el éxito en todos los ámbitos de la vida, pero sí podemos generar ideas y pensamientos prósperos y abundantes para crear escenarios optimistas que puedan materializarse. A continuación te comparto algunas formas de pensar que seguramente te serán de utilidad para lograr tus objetivos y tener más éxito en lo que hagas. Ambicioso e inconforme. Estas dos virtudes (las cuales pueden ser percibidas como defectos cuando se practican en extremismo) son fundamentales para visualizar objetivos concretos. Amplían las alternativas de solución y muestran un panorama alentador acerca de cómo todo puede mejorar constantemente. Se trata de salir de la zona de confort y encontrar nuestras motivaciones, aquello que hace que irradiemos un deseo intenso por conseguir algo. El éxito es una trayectoria, no una meta. Consiste en disfrutar y aprovechar el presente sin ansiar el futuro, ya que si nos enfocamos en lo primero, los logros vendrán por añadidura sin necesidad de preocupaciones. El entusiasmo y el éxito deben estar plasmados en todo el camino que hay por recorrer. No importa si el día de hoy te encuentras en la bancarrota o devastado emocionalmente, al final del día te darás cuenta que esa situación pasará y mañana tendrás una nueva oportunidad para recorrer el camino hacia tus objetivos. Tú decides si lo recorres de manera ambiciosa o con miedos y preocupaciones. Una muralla no se construye en un día. Para alcanzar logros significativos se necesita un compromiso enorme e inamovible; una convicción que posea la capacidad de salir todos los días a colocar un ladrillo de la manera más perfecta posible, y así, al cabo de un tiempo tendrás un muro sólido y resistente elaborado en consecuencia de pequeñas acciones repetidas diariamente que convergieron en la sinergia necesaria para erigir un nuevo triunfo en tu vida. “No hay atajos para conseguir el éxito. Empieza antes, trabaja más duro, y termina más tarde”. – Brian Tracy ¡Bonito fin de semana! Imagen cortesía de iStock
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