Cuenta la leyenda que para poder salir al aire en cualquier medio radiofónico es necesario el CERTIFICADO DE LOCUTOR, y no la mal llamada LICENCIA DE LOCUTOR. ¿Cuál es la diferencia? La licencia es el permiso que te otorga el estado para realizar una actividad como por ejemplo, tu licencia de conducir, de expender bebidas, de vender comida, etc. En cambio, el certificado es el aval de una institución para realizar una actividad y con el cual tienes las aptitudes necesarias y validas, por ejemplo un certificado médico o de nacimiento. Pero, ¿qué tiene que ver esto? De un tiempo a la fecha, en México, la Ley Federal De Radio Y Televisión simplemente no existe o ya se les olvidó a los encargados de las concesiones de medios electrónicos, ya que en la figura de los BROCKERS esa obligación de ley se ha perdido. Pero, ¿qué es un BROCKER? Llámese a ese particular que compra tiempo aire en una estación de radio o televisión y que transmite lo que se le da la regalada GANA. Van desde corrientes espirituales, guías shamánicos y hasta pseudocomunicadores que más allá de tener una ética profesional y el mentado CERTIFICADO hacen y dicen lo que quieren al aire, afectando a una industria de por sí peleada con las tecnologías actuales y los playlist que funcionan sin necesidad de estar en línea. ¿Cómo afecta esto a la PUBLICIDAD? Muy simple, los BROCKERS NO SON SERIOS, no todos, pero sí la mayoría, que de entrada no conocen los derechos de autor y mucho menos el valor de una estrategia mercadológica de verdad y convierten la inversión de los pocos anunciantes honestos en malas experiencias, quienes dejan de confiar en el medio radiofónico. Así que la reflexión se hace obligada. Si va a invertir en radio, hágalo con quienes sepan hacer CONTENIDOS. No vender solo AÍRE CON SAL Y LIMÓN. Imagen cortesía de iStock
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