Si estas rondando los treintas seguramente en tu escuela jugaban con el “chismógrafo”, esa libreta con preguntas con la que podías conocer los gustos de la chica o el chico que te gustaba; en la revolución web creciste utilizando redes sociales hoy tan antañas como Hi5, Metroflog y Messenger, luego todo lo consumió rápidamente Facebook consolidando todo en uno y quedándose con casi todo el público on-line de la generación X. Pero el tiempo no se detiene y las redes sociales se modifican continuamente y las nuevas generaciones, que tienen menos de 20 años, están en búsqueda de opciones para comunicarse libremente sin la supervisión de los parientes y padres (como lo hacíamos antes). Con la llegada de las aplicaciones móviles la expresión “¿tienes msn?” pasó a ser “¿tienes whats?” y con otras apps, que están intentando cautivar a este público, como Snapchat, Tinder e Instagram hemos logrado recuperar un poco de la privacidad perdida. Ask: lo que empezó como un simple buscador que competía con los grandes como Google, y estando casi a borde de la extinción, tuvo una reaparición con su aplicación Ask.fm, que a modo de Yahoo respuestas, pero de un modo más social, permite preguntar lo que sea a una persona de manera anónima o no, lo cual hizo que tuviera un crecimiento vertiginoso con 180 millones de visitas por mes en los últimos años. Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues Ask se ha vuelto inmerso en escándalos por estar involucrado en casos de homicidio por ciberbullyng y se ve presionado a modificar sus reglas de privacidad y anonimato sin que aún se confirme nada. ¿Qué es Kiwi? De la noche a la mañana llegan notificaciones e invitaciones de tus amigos que están “jugando” con Kiwi q&a y no sabes de qué se trata, luego solo te das cuenta que es “un nuevo Ask” como muchos lo llaman y efectivamente lo es (por ahora), en menos de un mes sus usuarios se cuentan por millones, principalmente en países como Brasil, Francia y México y miles más se unen cada día, ayudados por la desconfianza que hay en Ask.fm; pero el verdadero reto de Kiwi no es obtener usuarios si no en diferenciarse claramente de Ask y hacerlo pronto, lo cual no dudo que hagan en próximas versiones. El furor de Kiwi solo denota la necesidad de los adolescentes por espacios cibernéticos más privados para interactuar con sus amigos además de conocer nuevos; pero solo el tiempo y los usuarios juzgarán si Kiwi sobrevivirá o como dicen en mi tierra “solo es llamarada de petate”. Lo cierto es que lo que ayer era Metroflog hoy es Instagram, lo que ayer era Msn hoy es Whatsapp y las empresas se tienen que adaptar a las generaciones para sobrevivir o morir en el intento, para no quedar en el camino como una más. La pregunta queda en el aire ¿Qué depara el futuro de la comunicación adolescente?
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