En el mundo hay dos clases de personas: los oradores por naturaleza y los que quieren sepultarse bajo una piedra dentro de un hueco debajo del mar cuando llega el gran día. Sea cual sea tu estilo, probablemente estés acostumbrado a hacer tus presentaciones de una manera, pero el maestro Guy Kawasaki nos propone algo diferente y sencillo. Conoce la regla del 10/20/30 para un pitching exitoso y haz de tu idea un tesoro para los peces gordos. ¿Quién es Guy Kawasaki? Digamos que Kawasaki es un experto en marketing 2.0, por no decir que es un genio de la comunicación, ya con varios libros a su nombre. Como él mismo expresa, en su experiencia dentro del negocio de capital riesgo se encontró con muchos pitchs de emprendedores que a pesar de tener las mejores intenciones, le causaron dolores de cabeza, literalmente. Suena terrible, pero, ¿cuál es el problema en sí? Con una exposición interminable y diapositivas totalmente inútiles, estas personas no hacían más que aburrir a su audiencia, llenándola de información que realmente no era necesaria. Decidió entonces evangelizar la regla del 10/20/30, que realmente funciona para cualquier tipo de pitch, bien sea publicitario, de ventas, proyectos audiovisuales o incluso académicos. Con ella establece que una presentación no debería tener más de 10 diapositivas, durar más de 20 minutos ni mostrar información con una fuente que mida menos de 30 puntos, y aunque él se refiere a PowerPoint esto verdaderamente aplica a cualquier software. ¿Por qué 10 diapositivas? Con mucha razón, Kawasaki explica que una persona normal no puede comprender más de diez conceptos en una reunión, y que si necesitas más de esta cantidad para explicar tu proyecto, probablemente no tengas un negocio entre manos. Después de todo, tu objetivo en cualquier caso no es vaciar todo lo que tienes en un pobre y confundido público, sino generar suficiente interés como para que se quiera llevar a cabo una segunda reunión. En el caso de un pitch, según lo establecido por el autor en su página Web, los únicos diez puntos a tratar deberían ser:
- Un título: Haz que sea llamativo y cree una expectativa a través de él. Incluye el nombre de tu compañía, tu cargo y/o profesión e información de contacto.
- El problema que se convertirá en oportunidad: Describe el inconveniente que se ha determinado y cómo tú podrás solucionarlo, estableciendo metas específicas.
- Valor de tu propuesta: justifica por qué tu proyecto será útil, divertido, positivo…
- Revela la magia: Aquí explicarás cómo lograrás tus objetivos, es el momento de exponer cómo lograrás llevar a cabo tu proyecto. Mientras más adelantos, mejor, un piloto, un prototipo, un storyboard, cualquier pequeña muestra de tus planes macabros será muy bien recibida.
- Modelo de negocios: ¿Cómo tu propuesta va a generarles ganancias?
- Plan de marketing: Breve muestra de cómo vas a atraer a tu público.
- Análisis competitivo: Evalúa a tu competencia, cuáles y cómo han sido sus acciones en relación con las que tú planeas tomar.
- Equipo de trabajo: Describe a las personas clave en tu proyecto, como directores, productores ejecutivos, inversionistas, etc.
- Proyecciones financieras y estadísticas importantes: Haz tus predicciones basándote en números reales.
- Sumario y llamado a la acción: haz un breve resumen, establece conclusiones y plasma una frase que estimule al público a hacer lo que deseas para el bien de tu proyecto.
¿Por qué 20 minutos? Generalmente se dispone de 1 hora para estos asuntos. En un mundo perfecto, haces tu pitching en 20 minutos y queda el resto del tiempo para la discusión del proyecto. Pero probablemente hayan personas que se lleguen tarde y/o deban irse más temprano, o también está ese breve momento incómodo cuando se conecta el equipo al proyector, se abre la presentación y todos tratan de toser, pretender que escriben o hacer algo para no lidiar con el silencio. Todas estas cosas hacen que mientras más corta y ligera sea tu presentación, mucho mejor sea tomada por tu público. ¿Por qué 30 puntos? Los párrafos de letras mínimas apretujados en una diapositiva son la peor pesadilla de cualquier espectador. Esto nunca te va a beneficiar de ninguna forma, principalmente porque tu propósito más obvio es leer toda esta información. A menos que seas una ardilla de caricatura, nunca podrás leer en voz alta más rápido de lo que las personas lo harán en su mente, con lo cual solo lograrás que te pierdan el paso, perderán sincronización y, en conclusión, será un desastre. Solo no lo hagas. Esta situación se produce por dos razones: o no confías en tu conocimiento acerca del proyecto, o quizás piensas que mientras más texto, más convincente sonará tu propuesta. La verdad es que nada está más alejado de la realidad. Diez diapositivas, con letras de no menos de 30 puntos, para exponer tus argumentos en 20 minutos no es algo nada difícil de «memorizar» o, mejor dicho, estudiar, así que todo lo demás está de sobra. Utilizar una tipografía de buen tamaño te obligará a tomar ideas principales, hacer uso de recursos gráficos y establecer palabras clave acerca del tema, lo cual no solo hará las cosas más sencillas para ti sino también para tu público. Además, probablemente las personas encuentren tu proyecto más atractivo si la presentación tiene un diseño simple. Considera para este fin, por supuesto, proyectar un estilo original, congruente y fácil de comprender. ¿Qué es lo que más te causa problemas a la hora de hacer un pitching? Déjanos tus comentarios y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo, ¡esperamos que te haya sido de utilidad! Imagen por iStock
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