Actualmente, son muchas las grandes marcas que dan lo mejor de sus inversiones y confianza a las agencias para la realización de sus campañas publicitarias. En sus anuncios, estamos acostumbrados a ver diversas imágenes clichés: “la señorita del banco que siempre está sonriendo”, “la atención en aquella cafetería que es totalmente personalizada”. Pero decir una cosa en una campaña es sumamente comprometedor y más cuando se sigue viendo a los consumidores como CLIENTES y no como PERSONAS reales, de carne y hueso, con necesidades, e inocentes a la hora de creer en la magia de una buena ESTRATEGIA DE CAMPAÑA. Hoy, con los grandes avances en medios de comunicación cada vez se hace más difícil captar la atención del auditorio, de hecho los contenidos de la televisión están siendo desplazados por opciones como el mismo YOUTUBE, NETFLIX Y OTRAS OPCIONES. Así que mientras las empresas siguen apostando a medios tradicionales, los cuales hacen su mejor esfuerzo, hay una parte importante que las marcas se han olvidado de atender y me refiero a la atención al cliente. Más allá de los buzones de quejas, ubicados en cada local, la gente ya emprendió un nuevo caminito y éste es el de TWITTEAR las deficiencias de una MARCA. Es ahí donde las grandes empresas, en su mayoría, no saben cómo responder, porque ni siquiera saben qué es lo que realmente reclama la gente y toda gran campaña se desvanece en situaciones tan simples. Problemas como: “los restaurantes de comida rápida son cada vez más lentos”, “los productos no se parece en nada a la fotografía”, “el banco siempre tiene más cajas cerradas que abiertas”, son cada vez más comunes. ¿Acaso no se planeó el impacto del focus a atender? Estamos cada día más confundidos entre aquello que queremos aparentar y aquello que en realidad ofrecemos. Las empresas están cayendo en el error de creer que una buena CAMPAÑA lo hace todo y eso no es verdad, el punto final del mensaje, es cuando el consumidor llega a buscar ese producto o servicio en el que creyó. No hay que olvidar ese ya popular “refrán” de que LA MEJOR PUBLICIDAD ES DE BOCA EN BOCA, vuelve a adquirir valor por el hecho de que a las MARCAS las hacen las personas, y las mantienes vivas QUIENES VIVEN Y SE PONEN LA CAMISETA DE LA MARCA. Imagen cortesía de iStock
Comentarios