Con el constante crecimiento y evolución de las Tecnologías de la Información (TICS), el mundo moderno vive la era digital en su máxima expresión, logrando así que, cada vez sea más fácil tanto crear contenido como acceder a él. Es ahí donde radica la emoción de miles de personas que desde hace varios años, ya no se conforman solo con ser receptores, lo cual dio pie al surgimiento de un concepto denominado “Prosumer”. A pesar de no ser un término nuevo, pocos hacen referencia a él por lo cuál, es necesario dedicar unas líneas para aclarar la importante fusión de las palabras producer y consumer, las cuales conforman la palabra clave del mundo actual. Los Prosumers o Prosumidores están por todas partes e incluso tú eres uno de ellos al ser un usuario activo en Internet. Por muy simple que parezca, el hecho de tener una cuenta en Facebook, Twitter, Instagram, entre otras redes sociales, ya te hace un productor de material personalizado que diriges a tus seres queridos o co-workers, de igual manera, tu eres consumidor de todo el contenido que ellos hacen público. En definitiva, cualquiera con un dispositivo electrónico o algo tangible para escribir es un Prosumer en potencia. Sin embargo, vendría bien analizar lo delicado que es crear tendencias para influir en el pensamiento de otros que va desde un círculo social pequeño hasta una multitud. Desde el punto de vista del Neuromarketing y en el contexto social de la vida cotidiana de un individuo que pasa literal pegado a sus redes sociales; el cerebro de este Prosumidor está demasiado concentrado en hacerse notar ante su grupo social, su ego es tan elevado que hará uso de sus mejores “selfies” con las cuales abarrotara constantemente sus redes sociales, le gusta mostrar en todo momento su poder adquisitivo, ya que considera que ambas cosas son necesarias elevar su status. Me gustaría mucho decir que su contenido se basa en algunas noticias de actualidad, datos curiosos o temas de interés pero lamentablemente, estudios comprueban que, la mayoría de ese público pasa horas en sus redes sociales por falta de atención, misma que se ve reflejada en la calidad de la información que propagan. Seguramente conoces a alguien que se la pasa quejándose de las desgracias de la vida y sus problemas personales en cada uno de sus estados o tweets. Sí, la vida es muy cruel y al no tener un desahogo físico cercano, convierten a la red en su paño de lágrimas. Nos hacen partícipes de un dolor ajeno del que, muchas veces escapamos con educación, no obstante, aquellos Prosumers no tienen noción de que, al exponer todas sus debilidades públicamente, se hacen más vulnerables ante la sociedad. Ejemplos claros los tenemos con gente que pide abrazos, atención, citas, likes, retweets, follows, entre otras cosas deprimentes que es mejor no mencionar. Por otra parte, esto no es general para todos los Prosumidores de la red; existen algunos muy alegres que contagian de buen humor con una simple línea, sus contenidos aportan ya sea algo cultural o un dato importante sobre entretenimiento, muestran lo hermosa que es su vida no por conseguir status, sino porque su felicidad es tan grande que gustan de compartirla. Prefieren más momentos reales que virtuales, propagan información de calidad y si ellos la crean, probablemente tendrán un blog o difundirán opiniones por medio de argumentos propios. Su vida tiene un equilibrio y se nota en cada una de sus publicaciones, su misión no es tener el mayor número de amigos, sino el mayor número de experiencias que se traducen en conocimientos. No son geeks y mucho menos nerds; son Prosumers con valor agregado que tienen la misión que su nombre les asigna: gente que busca ser líder, con mensajes efectivos para persuadir y transformar vidas, de las cuales ellos también aprenden. En cuanto al prosumidor en contexto de marketing, su mentalidad se concentra en difundir contenido original e interesante que genere un engagement con su consumidor. Al ser productor, sabrá encontrar la mejor opción económica para implementar sus proyectos y el ser consumidor, le permitirá detectar determinadas áreas de oportunidad para segmentar una comunicación gráfica y publicitaria más directa, efectiva y concisa. El ser consumidor, beneficia a un negocio ya que puedes ponerte del lado de tus clientes para analizar de forma objetiva, como es que ellos te perciben y conocer detalles que te ayudarán resolver sus problemas o quejas. El consumidor ayuda muchísimo al área de marketing para bien o para mal, con reseñas y publicidad de boca en boca. Hoy en día, antes de adquirir un producto / servicio, las personas ya no acuden a la empresa a solicitar información; en su lugar, acuden a Internet para resolver todas sus dudas, este hecho hace cada vez más difícil el proceso de compra y reduce la precisión de los impactos deseados en la estategia publicitaria. En fin, esta es una pequeña visión a una parte de la sociedad actual, por supuesto, cada quien elije el tipo de Prosumer que quiere ser y de que forma, darse a conocer a la comunidad. Imagen cortesía de iStock
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