El otro día estaba pensando que varios de los textos que he escrito para Roastbrief han sido para quejarme de esto o aquello de la publicidad. Hoy mostraré la otra cara de la moneda. Decidí hacer una lista de lo que me gusta y otra lista de lo que no me gusta de trabajar en una agencia de publicidad. A continuación comparto con ustedes la lista predominante: los pros de trabajar en publicidad. 1. No es un trabajo ordinario A pesar de que algunas agencias tienen checador (lo cual no me parece correcto en aquellos casos que hay hora de entrada pero no de salida) y otras reglas “Godínez”, trabajar en publicidad va más allá de un trabajo común y corriente. Probablemente no tienes una rutina fija y aburrida, es normal salir de la oficina y viajar por cuestiones de trabajo, no es necesario vestir de traje y corbata ni tampoco ese protocolo social de oficina, tu trabajo es más pasional que racional –en el caso del departamento creativo principalmente- y en una agencia todo puede pasar. 2. Trabajas en equipo Para algunas personas este punto puede no ser un pro sino un contra, pero personalmente considero que es algo genial. Solo piénsalo de esta forma; tú y un equipo estratégicamente seleccionado trabajando para dar los mejores resultados a un cliente, que a la vez, puede ser una importante marca. Si un diseñador se equivoca, es un error que repercute en todo el equipo, lo mismo pasa con un ejecutivo, director creativo, redactor, etc. Esto significa una cosa, que los esfuerzos de todo el equipo en conjunto se verán reflejados en el éxito y eventualmente en un reconocimiento, punto que abordaré a continuación. 3. Ganas premios ¿En cuántos trabajos puedes ganar galardones y reconocimientos? Esto me parece increíble, es igual de genial que ser cineasta o escritor, si haces todo bien y te esfuerzas, tu trabajo puede ser reconocido mundialmente. Además, ¿de qué depende que tu trabajo sea bueno? De la creatividad y la estrategia que le inyectes, cosa que deberías hacer de por sí en tu vida cotidiana. 4. Tu trabajo lo ven millones de personas Otro punto en cuanto a reconocimiento, el objetivo de tu trabajo es que millones de personas lo vean y les agrade. No me puedes decir que si vas caminando con un amigo, familiar o conocido y ves una pieza hecha por ti en la calle, no es un halago y un orgullo mencionar que dicha pieza fue de tu autoría. Es indescriptible ver tu esfuerzo y dedicación reflejados en un comercial, spot de radio, espectacular o el medio que sea que sabes que otras personas están apreciando de forma masiva. 5. Aprendes de todo Los clientes pueden ser desde productos de consumo como comida chatarra o bebidas energéticas, hasta farmacéuticas, lo que te representa una necesidad de aprender sobre el medio para el que estás trabajando. Es imprescindible que aprendas de cada marca con la que estas trabajando o has trabajado y así de manera indirecta te estás haciendo un acervo cultural que nunca está de más tener. 6. Fomentas tu creatividad En ocasiones pasadas he dicho que la creatividad si bien es un don que te puede dar la vida, yo lo considero más como un músculo que debes trabajar para que crezca y se mantenga saludable. Trabajar en una agencia de publicidad te permite mantener ese “músculo creativo” en forma; ya seas del área de cuentas, creativa, planning, artes o de la que sea, necesitas involucrarte en peloteos y procesos creativos de una u otra forma, eso es muy bueno en tu vida diaria. Mantener tu creatividad en buena forma es seguir siendo niño con los beneficios de un adulto. 7. Conoces gente Este es un medio donde la sociabilidad es importante, ya sea para “llevarla bien” con los clientes o para estar en comunión con tu equipo de trabajo. Pero además de esa buena relación laboral que tienes (como en cualquier otro trabajo debe ser), mantienes relaciones más estrechas con los eventos sociales, fiestas en la agencia, momentos de convivencia y juntas. Conoces gente, refuerzas lazos con la gente que ya conoces y esto te lleva a tener un círculo social más amplio y variado. 8. Existe una sana competencia Bueno, esto en la mayoría de los casos o como debería ser. La competencia por hacer un mejor trabajo y ganar más y mejores cuentas, mantiene un régimen de calidad en tu trabajo. La competencia es buena por esta razón, conserva el estándar en el trabajo y existe esa necesidad de superarlo o llegar más allá. 9. Haces lo que te apasiona Algunos somos apasionados de la escritura, el diseño, la ilustración, la fotografía o la conceptualización, y justo de eso trata este negocio. Es genial poder hacer lo que te gusta y que te paguen por ello. Es la idea perfecta de “trabajo” a mi gusto. 10. Nunca te aburres Si eres –como yo- una persona hiperactiva que se aburre con facilidad, tal vez la publicidad sea para ti. Es difícil que te aburras en este trabajo, primero porque haces lo que te gusta y segundo porque siempre estás haciendo algo diferente y aunque no fuera así, también es algo cotidiano que la gente que trabaja en este ámbito cambie de aires para buscar nuevos retos o trabajar en proyectos más atractivos. Cuando trabajas en la parte creativa o la coordinas, debes involucrarte en cada segmento de la ejecución, y eso está muy cool. Por esto amo trabajar en publicidad, a pesar de los contras que esta vida pueda tener, las ventajas son más. En retrospectiva después de exponer estos puntos, ahora recuerdo por qué decidí entrar a este mundo y decidí bien. Imagen cortesía de iStock
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