Siempre hemos asistido a las luchas entre marcas, unos egos marketinianos que pelean por posicionarse con su público objetivo. Así hemos podido ver a Burger King vs Mc Donald, Apple vs Samsung, Pepsi vs Coca Cola, etc. Una lucha que genera polémica y poco más , ya que aunque las dos luchan por el primer puesto, sus territorios de posicionamiento de marca son diferentes. Esta técnica muestra a las marcas como las dos únicas ganadoras que se reparten el primer y segundo puesto. Ignorando al resto de los competidores, para reafirmar su superioridad del mercado. Las marcas que intentan entrar en el mercado y enfrentarse contra los titanes, encuentran muchos problemas para encontrar la visibilidad adecuada. Pero algunas veces, confluyen factores sociales, políticos y económicos que dejan un caldo de cultivo idóneo para nuevas propuestas a las que no estamos acostumbrados. En el mercado energético español hay dos marcas que destacan respecto al resto, estas son Iberdrola y Unión Fenosa, marcas que poseen influencia en la política española y en la gestión energética. En este mercado tan cerrado , pequeñas marcas han entrado para hacerse hueco ofreciendo alternativas similares pero aportando más transparencia y flexibilidad en el proceso de facturación. Su publicidad aunque muy limitada ha logrado destacar usando la rivalidad entre las marcas pero con otro enfoque; apoyándose entre ellas. Cuando un cliente de HolaLuz intenta cambiarse a Pepenergy aparece este aviso. Ya sea de forma espontánea o dirigida, la comunicación ha creado relevancia en las redes sociales poniendo el foco de atención sobre las dos marcas . El enfoque emocional desde la humidad de una marca pequeña es la forma adecuada para comunicarte con un público que busca una alternativa de consumo. Las marcas parecen desarrollar cierto compañerismo en la guerra.
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