Un comunicador eficaz es aquella persona que posee las habilidades necesarias para transmitir una idea de manera clara y concisa logrando una fuerte conexión, de tal forma que consiga cautivar al público con su mensaje. Es importante que un comunicador eficaz establezca empatía con su audiencia para que ésta se identifique y apruebe su discurso de manera satisfactoria. Ya sea en campañas políticas, en una conferencia, exposición, rueda de prensa, entrevista o cualquier discurso público, el objetivo es que el mensaje emitido por el comunicador provea un impacto favorable, relevante y asertivo. Un proceso comunicacional adecuado (tanto online como offline) tiene la capacidad de generar credibilidad y enaltecer la imagen pública para crear vínculos cercanos con personas, empresas, medios de comunicación y otras entidades. Además, hacer uso correcto del lenguaje verbal y no verbal puede comunicar ciertas características deseables como liderazgo, creatividad y energía. Existen diversas cualidades con las que un orador efectivo debe contar. Si lo que deseas es mejorar tus habilidades para comunicarte con mayor eficacia, acá encontrarás algunos tips que podrán ayudarte. 1. Conoce a tu público. Conocer a la audiencia que recibirá tu mensaje es fundamental para realizar los planteamientos adecuados que deriven de un previo conocimiento de las necesidades y características del público. De esta manera podrás entregarles información valiosa y relevante. 2. Vestimenta. “Para ser, primero hay que parecer” Debe existir congruencia entre la vestimenta, la situación y aquello que se desea comunicar. Si bien, tu indumentaria no lo es todo, puede ayudarte muchísimo a la hora de emitir un mensaje. Debes adecuar tus prendas y sus colores a cada situación. Por ejemplo, los políticos en plena campaña cuando visitan a sus posibles votantes en colonias populares, jamás utilizan traje y corbata, ya que el objetivo es que la gente se identifique con el personaje político y lo perciban como “un ciudadano más que lucha por el bien del pueblo”. 3. Credibilidad en el mensaje. La imagen pública del orador puede verse fuertemente afectada en caso de incurrir en alguna falsedad o mentira al momento de emitir su mensaje. Si se habla de porcentajes, acontecimientos y datos duros es imprescindible constatar la veracidad de la información. 4. Lenguaje (verbal y no verbal). El profesor Albert Mehrabian infirió, a través de una investigación realizada en la Universidad de Stanford, que “sólo el 7% de lo que comunicamos proviene de las palabras, el 38% de la voz (volumen, tono, entonación), mientras que el 55% es atribuido al lenguaje corporal (gesto, postura, mirada)” En este sentido, un comunicador eficaz debe hacer especial énfasis en la utilización adecuada de sus palabras, pero también de cómo las dice y con qué gestos las transmite. 5. Estilo. Establecer un estilo propio de comunicación proyecta seguridad y autenticidad; crea una esencia característica y única. Por otro lado, si el orador intenta copiar o adaptar el estilo de alguien más, se hará notorio su escaso sentido de originalidad y, peor aún, puede restar atención y credibilidad. 6. Interés por el público. Al final, el público desea que te intereses en él. ¿Por qué habría de escucharte si no muestras tu interés en ofrecerle algo relevante al interlocutor? Interésate de manera genuina en tus oyentes y ellos se interesarán por ti, creando un ambiente de confianza para que el mensaje ejerza mayor influencia.
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