Desde que estamos en la escuela nos hablan del proceso de la comunicación: el emisor, el receptor y el mensaje. De la comunicación verbal y de la no verbal. Pero de lo que en muchas ocasiones no nos hablan y hasta cuando estamos trabajando entendemos es de todas esas cosas que están alrededor de la comunicación. Ahora ya sabemos que no basta con que el emisor transmita su mensaje para que el receptor no sólo lo reciba pero que también lo entienda tal y como nosotros lo estamos pensando. Entonces caemos en que lo que tiene en el pensamiento el receptor hace que no siempre el mensaje que estamos enviando se reciba de la manera en la que nosotros lo estamos pensando. Y además de todo esto están las barreras propias de cada uno de nosotros al intentar comunicarnos. Desde mi punto de vista, existen varios factores que pueden hacer que la comunicación sea exitosa:
- Siempre concluir. Clarificar de lo que se está hablando y de los acuerdos a los que se está llegando. En la medida en que se dejen claras las cosas no se generarán falsas expectativas ni habrá gasto de energía innecesario.
- Decir siempre la verdad. Si en algún momento no está claro algo hay que pedir más información para poder entenderlo. Si la solicitud está siendo fuera de la realidad, hay que decir las cosas como son. Ojo, una cosa es decir la verdad y otra muy diferente no ser asertivo o ser grosero.
- Saber decir que no. Parece increíble pero es impresionante la cantidad de personas que no saben decir que no y a todos los niveles. Parece que en ocasiones es preferible decir que sí a sabiendas de que no podrán cumplir a decir que no. Y saber decir que no es aún más valiente que decir que sí solo porque sí. En el momento en el que no decimos no cuando en realidad queremos o necesitamos hacerlo se crean falsas expectativas y vienen entonces las decepciones. Y vaya que hay que tener los pantalones bien puestos para poder hacerlo. Y claro que también está la humildad que se transmite cuando admitimos que no sabemos algo o no podemos hacer algo.
- Ser empático. No sólo es ponerse en los zapatos del otro. El estar pensando en algún problema cuando alguien les habla o estar haciendo otra cosa como viendo la computadora o el celular es desalentador, aparte de que no estás enfocado al 100% en la otra persona. Es necesario ser empático con la otra persona y prestar atención a lo que nos está tratando de decir. Además de que cuando estamos en dos o más cosas al mismo tiempo a alguna le ponemos menos atención y es entonces cuando pueden ocurrir los errores.
- Ir al grano. Si bien es cierto que en ocasiones el “choro” es necesario (sólo basta fijarse en los discursos políticos), cuando estamos frente a directivos, lo que más cuidan es su tiempo. Por lo tanto hay que estructurar adecuadamente aquello de lo que queremos hablar, eso que queremos comunicar. Tenía un jefe hace un tiempo que generalmente siempre estaba ocupado en reuniones por lo que la mejor forma de acercarse a él para que escuchara un nuevo proyecto o idea o cualquier otra cosa era resumiendo las cosas de tal manera que pudiera escucharlas en el mismo tiempo como si subiera en un ascensor de la planta baja al piso 10.
- Falta de comunicación. No involucrar a todas las partes. Una falla bien común es no incluir a todos los involucrados en una decisión o en un proceso y esto nos ocasiona que la comunicación no sea correcta puesto que está incompleta.
En conclusión, si queremos ser más eficientes y dar un mejor servicio y vender más debemos comunicar de una forma adecuada y un NO puede ser positivo y significar más ingresos en muchos casos.
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