“Vacas flacas” es un término comúnmente utilizado para definir cuando los anunciantes tienen poco presupuesto, lo cual deriva en poca chamba para las agencias, poca circulación de dinero en miles de familias, ergo, es un síntoma de una posible recesión económica. Pero la industria no está “desnutrida” sólo por la cautela económica de los clientes. Aceptémoslo, las agencias no hacemos lo suficiente para mostrarles que, con una inversión inteligente – y si, muchas veces millonaria – los resultados son mucho más favorables. También hemos flaqueado en cuanto al músculo que lo mueve todo, la creatividad. También, como industria, caemos en el mal hábito de abaratar los servicios; de comprometer las entregas al mismo tiempo que se sacrifica la calidad del proyecto; de sacrificar al personal con tal de no perder al cliente y un sinfín de prácticas que lamentables, pues no son medidas emergentes, sino que ya son de cada trimestre. Recién me enteré que un colega del sector se vio en la necesidad de recortar bruscamente a su equipo laboral, pues tan viciados estaban sus métodos y su gente, que no pudo rescatar a gran parte del equipo y, para evitar que las malas prácticas dañaran al negocio de manera irreversible, les dio las gracias y comenzó prácticamente de cero. ¿Es esto necesario? Ya sabemos que el 2016 no se vislumbra amigable para la industria y ya hemos comentado cómo incrementar ingresos y mantenerse activos durante este año que inicia. Pero, ¿Qué más podemos hacer para sacudirnos las malas praxis y concentrarnos en crecer (y dejar de preocuparnos a simplemente sobrevivir, trimestre tras trimestre)? Prácticamente es un “harakiri” comercial. Se cierra un posible ingreso, cierto; daña la relación con el cliente, tal vez… pero gana credibilidad. Un pitch es un reto para todos y, al aceptar las reglas del juego, sabes que tienes una de 3, 4 ó 5 posibilidades de superar a la competencia y hacerte de una nueva cuenta por cierto tiempo. Existen mejores formas en las que las agencias y los clientes podemos trabajar en conjunto. El modelo del pitch fue justo, pero cuando nos invitan a concursas por medio de un mensaje de texto (a veces mal redactado), con un brief en menos de 140 caracteres (también mal redactado), con un deadline a veces imposible que nos obliga a descuidar proyectos que ya están asignados, por otro del que muchas veces no sabemos ni cuánto nos hará ganar ni por cuánto tiempo lo tendremos. Pero eso sí, debemos entregar en tiempo y forma o, de lo contrario, nos toman como irresponsables y pensarán dos veces en volver a contratarnos. Para que, al final, escojan a la agencia que les cobra menos… Habemos muchos y la competencia es buena, nos reta a ser mejores, nos obliga a tener mejoras continuas. El pastel publicitario es muy grande y sabemos que hay mercado para todos. Nutrámonos mejor y dejemos de hacerle daño a lo que, literalmente, nos da de comer. @FerFamania Imagen cortesía de iStock
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