Hoy, la salida del aire del único espacio infantil que quedaba en la televisión mexicana, es un tema muy preocupante y por muchas razones de reflexión y aprendizaje publicitario obligado. “En Familia con Chabelo” representaba esa transición entre el origen del entretenimiento dedicado a niños en este país y una referencia espectacular de cómo, una sana convivencia podía llevarse a cabo sin necesidad de muchos efectos y lenguaje altisonante y de doble sentido, logrando un rating de calidad garantizado. Fueron varias las generaciones que disfrutamos este programa, el cual mantenía esa ilusión viva; cómo olvidar que si queríamos pedirle algo a los reyes magos teníamos que ver el anuncio en el programa, reafirmando que era una buena opción de regalo. Definitivamente el foro perfecto para el lanzamiento de juguetes, golosinas y demás productos, Chabelo nos enseñó que crear el espacio definido con el focus atendido era la mejor manera de posicionar una marca, ya que tenía cautivos a los consumidores. Chabelo nos enseñó que un equipo de profesionales es la clave para que un show de concursos sea exitoso, una banda en vivo, un locutor profesional en el enlace con los cuates de provincia, Jorge Aguilera sonando espectacular son su voz que quedará en la historia como un referente de cómo anunciar en escenario y dar los tonos requeridos en cada intervención. Gran lección para los que buscan extender la habilidad del micrófono más allá de la cabina de radio y en cada emisión nos dejó una enseñanza. Al día de hoy cualquiera que tenga las ganas se siente productor de televisión y hasta de radio, pero el fracaso se hace inminente cuando le faltan al respeto a la última ley de las 22 inmutables del marketing “sin los recursos necesarios, ningún proyecto despegará del suelo” y nuestro niño eterno producía pero también vendía de manera personal y en contacto con los clientes. Debemos recordar que este proyecto fue consecuencia de haber pedido la oportunidad de hacer televisión y corresponder a la confianza otorgada. Pero su éxito no fue cosa de suerte, Xavier López fue ayudante de producción, camarógrafo y floor manager y así fue como supo cómo se hacia la televisión desde adentro, y fue el descuido de otros donde vio la oportunidad y se apersonó para llevar a cabo un personaje que al igual que Cantinflas, siempre le fue fiel; no cambió y se mantuvo firme en su idea y convicción. Más allá de las restricciones de la COFEPRIS, al regular la promoción de alimentos chatarra, lo cual afectó por demás a este espacio, ha sido la falta de profesionalismo de los ejecutivos de ventas que han dejado morir conceptos por la falta de persuasión y creación de nuevas concepciones que atrapen y no sean volátiles. En la cuestión radial, recordemos a SteroRey Y Best FM del grupo MVS, marcas que garantizaban audiencia, pero sus vendedores no avalaban ventas. La extensión de línea fue pieza fundamental en la aportación al mundo publicitario bien concebido por 30 discos grabados, éxitos como el garabato colorado, bye bye superman, una línea de zapatos, un muñeco articulado que tenía su voz grabada, son solo ejemplos de cómo con pasión un buen programa puede durar todo lo que quiera, hasta que la edad , la tecnología y ¡como siempre! los terceros en decisión toman la clásica y radical acción de quitar lo que funciona y mantener lo que no sirve. Un dato curioso, Xavier López es nacido en esa tierra que comparte origen con el presidente más carismático del planeta, Barack Obama. Sí, Chabelo nació en Chicago Illinois y a los 18 llegó con su padres a México a estudiar medicina. Pero la vida le dio otro camino el cual agradecemos de todo corazón. Su éxito de 47 años al aire, es tema obligado a analizar, por las nuevas generaciones, de cómo el marketing y la publicidad bien aplicada, rinde frutos deliciosos.
Comentarios