De alguna manera u otra hemos sido víctimas de la infoxicación sin saber siquiera de su existencia. Para quienes hacemos vida en el Social Media, el hecho de buscar información en la web muchas veces nos obliga a renunciar a la búsqueda (inclusive antes de encontrar lo que investigabas), gracias a la saturación de información a la que constantemente estamos expuestos. La infoxicación es un término –algo pretencioso- para describir lo que conocemos como sobrecarga informativa, la mismas que hace que el contenido sea mucho más del que podemos abarcar en un clic, y que consecuentemente mientras nos desvivimos indagando sobre una “un tema tal” o un “video cual”, inmediatamente van apareciendo resultados en páginas web, blogs, enlaces a redes sociales, audios, etc. Y nos volvemos locos –literalmente-. Y… ¿Esto será bueno o malo? La infoxicación realmente no es algo de lo que todos se quejen, (los millenials por jamás reclamarían el “exceso de información”, pues es parte de la democratización de la información ni los baby boomers, que más bien bendicen que existan tutoriales de cómo hacerle una casita a las aves del jardín ), pero afecta directamente a redactores web, periodistas digitales y a quienes ejercemos en el mundo 2.0, pues al existir contenidos de una forma desordenada –y con desordenada me refiero a la gente que abre blogs, sitios o comunidades donde comparte contenidos sin verificar o que no son del todo fiables-, la problemática para nosotros radica en cómo lidiar con nuevas fuentes útiles e inútiles y la duplicación de contenidos. Demasiada información limita nuestra capacidad para el análisis, por lo que para comprender mucha información hay que saberla dominar y gracias a la experiencia que nos brinda la rapidez tecnológica y la formación académica, podemos decir que ese “problemita” está quedando atrás, pues al jerarquizar cantidad por calidad, nos damos cuenta quienes son los que sí aportan. ¿Cómo saber si soy víctima de la sobrecarga de contenidos? El hecho de verificar una información y que en la búsqueda nos encontremos 240.000 resultados te convierte en víctima porque ¿eres capaz de leer más allá de la página 5 o 7 de resultados y encima comprobar que eso que hay allí es cierto?, y justamente es esa una paradoja importante, no disponemos del tiempo para profundizar -lo que nos brindaría la habilidad para manejar rápidamente mucha información- pero sí procesamos toneladas de contenidos antes de convertirnos en expertos en algo. El tener acceso continúo a diferentes fuentes de información también nos infoxifica, inutilizando la capacidad de crear contenido propio y muchas veces hasta perdiendo la facultad de leer adecuadamente (se pone peor cuando empiezas a saltarte palabras y a leer en diagonal), el conocido “leer sin entender”. Sobrevivamos Buscar es lo fácil, lo complicado llega cuando toca filtrar los contenidos –tal vez no sea tan complicado como lo pongo, pero es necesario agarrarle el tumbao al asunto-, porque filtrar definitivamente es la opción para sobrevivir ante la saturación informativa. Lo mejor de todo es que la “cura” ante la infoxicación se encuentra muy cerca de ella y está en el manejo eficaz de los buscadores. Buscar específicamente lo que queremos encontrar es la clave ante tanto contenido loco que navega por ahí, de hecho, una búsqueda avanzada fue la que me permitió salir de una crisis ante una nota periodística de sucesos que requería de una fotografía –un sitio recóndito del que ningún medio tenía archivos y que aún con dos horas de camino los periodistas no estaban ni cerca de llegar -. El origen de este mal también nos ofrece herramientas y aplicaciones para agilizar y priorizar los contenidos que más nos interesen, organizando nuestro tiempo para realizar nuestros propios contenidos o curar los que tengan mayor relevancia para comunicar efectivamente sin caer en la sobrecarga. Imagen cortesía de iStock
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