Vivimos en una era donde el marketing y la publicidad se transforman y reinventan cada día. ATL, BTL, digital, web, contenidos, y un largo etcétera se han sumado a los tradicionales radio, TV y Print. Pero acaso las prácticas «clásicas» han perdido su éxito. La Vaca que ríe, la marca de quesos, demuestra que el uso del marketing promocional y de un influencer aún rinden frutos en esta época saturada de ofertas, promociones e impactos visuales. ¿La acción? Por medio de un fuerte influencer nacional, como lo es Martha Debayle, La Vaca que ríe, convocó a un concurso de cocina, una práctica que parecería olvidada pero que llevada bajo una buena estrategia arroja los resultados esperados. La convocatoria duró tan solo tres semanas, en este periodo las participantes debían enviar su mejor receta para snacks utilizando este producto, finalmente 5 mujeres fueron seleccionadas para concursar en una final al lado de Martha. Nada fuera de lo convencional, pero ahondemos en el caso. Debayle es actualmente una de las mujeres más influyentes gracias a sus apariciones en televisión y en radio, donde especialmente se ha posicionado con conceptos como el #Matamesta, un juego que realiza en su espacio radiofónico. Dicho concepto confluyo con la marca, creando el concurso bajo el nombre de «#Matameste snack», por lo que el impacto fue benéfico tanto en el espectro auditivo como en redes sociales, donde Martha cuenta con un gran número de seguidores. La interacción creada con el público a partir de un concurso o un sorteo, promocionado por un personaje mediático, o incluso de un líder de opinión, demuestra que las estrategias bien planificadas son aún rentables, ya que se da un acercamiento directo con el consumidor, quien interactúa tanto con la marca como con el producto, los cuales muestran a la audiencia diferenciación y valor agregado.
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