Aunque parezca extraño, el auge de las aplicaciones móviles no ha interferido en el uso o frecuencia de aquellos usuarios que prefieren las páginas web, sin embargo, ese dicho que reza “el futuro es móvil” está más presente que nunca. Partiendo de la premisa anterior, muchos de nosotros no podríamos concebir un día cualquiera de nuestra cotidianidad sin tener a la mano el smartphone, por allí nos comunicamos, trabajamos, nos entretenemos, investigamos y compramos -esta última resulta de gran importancia durante las temporadas festivas-. ¿Apps, web, what? Indiferentemente de si te conectas a internet por el teléfono o desde la computadora, la mayoría de los sitios web poseen diseños responsivos o adaptables que te permiten navegar fácilmente desde tu smartphone sin problema alguno. Ahora bien, tengamos claro que las apps pueden ser: De escritorio, cuando es aquella que está instalada en nuestro ordenador y es ejecutada directamente por el sistema operativo de nuestra pc, y web, cuando está instalada en un servidor y su ejecución solicita que tengamos un dispositivo inteligente con conexión a Internet. Excelente pero ¿dónde está la pelea? ¿Quién es mejor? Este año un estudio analizó los 30 dominios con más visitas en México donde el 60.3% ingresó desde una app y el 59.2% lo hizo desde la página web, además 61% de esos usuarios señalaron que pasan alrededor de 31 minutos usando navegadores diariamente. Estos datos interesantísimos nos dicen una cosa, la diferencia entre una y otra –en relación a los porcentajes- no es suficiente como para determinar cuál es mejor, no obstante, las aplicaciones y la web tienen sus fanáticos específicos. Igualmente, la investigación deja bastante claro que el favoritismo por una u otra herramienta depende de la tarea que el usuario necesite hacer. Los navegadores son la opción preferida por quienes desean adquirir productos o servicios y quieren comparar precios y/o calidad entre distintas marcas, guiándolos directamente al sitio oficial, mientras que las aplicaciones son las elegidas para cuando los usuarios ya seleccionaron a quién y qué van a comprar. Pelea festiva Entonces, podríamos decir que durante las festividades –navidad por ejemplo- el flujo de personas que visitaran el sitio web de x compañía, será mayor que el porcentaje de quienes hagan uso de su aplicación, por lo que aquellas marcas que no tengan versiones adaptadas a dispositivos móviles van a tener serios problemas para competir comercialmente esta temporada. Web 1, app 0. Pese a todo lo dicho anteriormente, las aplicaciones no son del diablo, pues poseen una característica que la web envidia con todo su corazón: accesibilidad. Un ejemplo notorio lo vivimos en el uso frecuente que le damos a páginas como Facebook, Twitter, etcétera, en el que terminamos optando por la aplicación para tener una mejor experiencia de uso -conjuntamente con esas apps que no necesitan de una conexión a internet para su funcionalidad- así que web 1, app 1. Porque nada es perfecto… aún Un sitio web requiere de menos recursos que una aplicación y suele ser accesible para todos los dispositivos con acceso a Internet, pero primero debe adaptarse a las medidas de un dispositivo móvil y nunca será tan dinámico como una aplicación. Dentro de una aplicación pueden existir características geniales como GPS, cámara o micrófono, que aunque no dispongamos de Wi-Fi o de 3G podríamos utilizarla –de manera tradicional o en pantalla completa- y al tenerla, siempre estará visible en el escritorio del dispositivo por lo que las oportunidades de uso son mayores, pero para poder usarla primeramente tenemos que descargarla –cosa que no es posible en todos los teléfonos, tablets, etc- lo que requiere un mayor conocimiento de la marca. … Ciertamente “el futuro es móvil”, pero la pelea web vs app se mantendrá en pie para todas las marcas que buscan tener presencia –todas las que te imagines- promovida básicamente por la comercialización. Imagen cortesía de iStock
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