A todos nos ha pasado; el monstruo llamado Bloqueín (así lo he bautizado), ese pequeño ser odioso, nefastito y con cero ondita, nos invade en los peores momentos. Típico, te dieron unas horas para pelotear y cuando llegas a presentar: ¿y las ideas?, ¿ya me mandaste la propuesta?, ¿qué traes?, ¿la idea está chingona? Y madres… Bloqueín nos mira y se caga de la risa. Lo odio, lo odio con odio jarocho (¿en verdad los jarochos odian tanto?), ahí está el muy cínico; se echa, brinca, te jala los pelos (todos), te empieza a vaciar la mente y no hay poder humano que lo detenga. Entonces sucumbes a la derrota, corres al baño a respirar, sales por un cigarro, te llenas de dulces como para morir de un coma diabético, compras café, cantas una canción, te muerdes, rasguñas o si eres más intenso, te sale lo emo y te cortas algo pa’ sentirte vivo. La verdad es que es horrible tener un bloqueo mental, es peor que saberte idiota, es tan malo como quedarte sin quincena el día siete y no sabes qué hacer. A diferencia de otros artículos, esta vez no haré una ridícula lista (que nadie lee) para darte tips de cómo alejar a Bloqueín, esta vez sólo diré que ese pequeño ser es parte de ti y debes aprender a vivir con él. Cuando algo sale mal en tu vida y estás triste, muchas personas te dicen: “no estés triste”, error, yo creo que sí debemos estar tristes, dejar que ese sentimiento nos embriague y libere poco a poco el dolor, pena o angustia. De la misma forma que debemos dejar entrar el dolor, de esa misma forma debemos dejar que Bloqueín nos invada, nos deje secos, nos haga sentir los más pendejos e incompetentes; no luches con él, únetele. Sé que no es fácil llegar y poner cara de idiota al no tener ni una buena idea, pero, venga, aceptémoslo, no somos máquinas de hacer ideas, somos humanos, nos pasa, nos bloqueamos, nos confundimos y nos estresamos. Llega con tu jefe y dile la neta; “Bloqueín me ha jodido, no tengo nada”, espera su reacción; si es un buen jefe te apoyará y te dará línea, aprovechará su experiencia para compartirte algunos tips o incluso pelotearán juntos. No te preocupes ni te angusties, es normal (y más en esta profesión) sentir que nada sale, que nada vale la pena. Recuerda que no estás sólo que tienes un jefe y un equipo que te respalda, deja por una vez en la vida que ellos hagan el trabajo duro. Imagen cortesía de iStock
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