Hay varias formas de comunicar en el diseño, o mejor dicho, de concebirle sentido. Una de ellas es a través de nuestros mensajes (para retroalimentar una respuesta), otra mediante la función de los objetos y de la interacción que generamos en ellos conforme su uso. Ahora bien, toda forma de mensaje o de comunicación llega de forma consciente o subconsciente… Vayamos por partes. En un anuncio gráfico que proyectemos para una empresa o una marca podemos comunicar un mensaje directo, ésta deberá ser información muy específica. Podremos anunciar algún tipo de promoción o alguna característica del servicio o producto con el objetivo de generar una reacción positiva. Será un mensaje que pretende llegar al consciente colectivo de nuestro target. Este servirá como una base para decidir adquirir o adoptar tal o cual marca. Pero, no siempre lo que percibe la audiencia será lo mismo y ahí es donde actúa el subconsciente. Muchas veces sin notarlo, cada individuo hará su propia lectura o necesitará generar su propio significado. Pueden nacer preguntas como: ¿qué significa esta marca para mí? ¿qué me tratan de decir con este color, con esta imagen, con esta nueva identidad gráfica? ¿por qué esta página causa adicción? etc., nosotros como diseñadores deberemos transmitir cada una de las respuestas, pero no de forma directa, mas bien casi imperceptible. Por ejemplo en la publicidad de bienes raíces donde buscaremos contar una historia enfocándonos más al inconsciente, el mensaje tendrá acceso (sin darse cuenta que se queda en su memoria) y su objetivo será que la imagen haga reflexionar a la audiencia sobre su futuro, los hijos, y por ende en el patrimonio de la familia. En un principio nada tendrá que ver con la imagen de la empresa, o el tipo de casas que venden, más bien la motivación vendrá del entorno que estamos proyectando. En la función de los objetos pasa igual, transmitiremos al consciente colectivo que nuestro objeto de diseño servirá para algo, en el subconsciente surgirá una necesidad, se podrá interpretar como una moda que se debe seguir para pertenecer a un contexto social. Aquí siempre habrá estas lecturas, la función del objeto y las formas de uso, como diseñadores deberemos planear la función de nuestros objetos cubriendo y tomando en cuenta estos parámetros para poder insertarle nuevos significados, nuevos sentidos. Respecto a la interacción del diseño, vemos que desde su planeación se configura para obtener una respuesta, basada en nuestro objetivo. Aquí el usuario en su subconsciente empieza a crearse esa “necesidad” que mencioné arriba hasta llegar a generarse cierta “adicción”. Veamos, transmitimos comunicación determinado estatus, estilos de vida, significado, emociones. etc. y poco a poco se crea en la audiencia determinados hábitos y costumbres. Es algo que está en su cotidianidad. Inconscientemente el público crea una forma de relación con sus objetos, cierto apego y los percibe de diferente forma, aquí el diseñador ya no puede tener el control de esto, porque le damos completa autonomía al target, simplemente deberemos absorber la información que nos transmiten para seguir reformulando nuestros objetos de diseño. Me despido, es muy interesante saber manejar el objetivo de los proyectos para dirigirlos o proyectarlos de forma consciente o subconsciente buscando un resultado asertivo. Soy Erika, ustedes ¿qué opinan? Hasta la próxima. Imagen cortesía de iStock
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