Todos hemos visto a personas que son tan buenas en lo que hacen y aparentemente, de forma tan natural, que nos preguntamos cómo se puede dar esto. Algo que podemos tener claro es que para lograr la maestría en una actividad, tuvo que haber un considerable tiempo de práctica. Soy de quienes creen que existe una profesión ideal para cada uno, que se ajusta a nuestra capacidad. Hace algún tiempo, entendí cómo es que se forman nuestras potencialidades. Muchos mencionan a la genética, como base, pero también existe una práctica que pasa desapercibida, que está presente en los juegos y actividades a las cuales dedicábamos tiempo, voluntariamente, cuando éramos niños y luego adolescentes. Las personas con una gran capacidad de convencimiento, tienen miles de horas de práctica previa, a lo largo de su vida, debido a su gusto por interactuar con los demás y entenderlos. Los creativos, somos gente, a quienes siempre nos gustó imaginarnos cosas, jugar con legos, escuchar historias, dibujar y enfocarnos en cosas muy específicas, que sin querer, nos brindaban competencias profesionales ideales para nuestro trabajo hoy en día. En mi caso particular, siempre me gustó pensar. Simplemente, disfrutaba el tiempo haciéndolo. Analizar, fusionar ideas, crear, entender y compartir esto con los demás. Fue genial cuando me enteré que era un trabajo por el que te podían pagar bien, además de permitirte hacerlo de la manera más cómoda. Cada uno hemos sido entrenados en capacidades muy específicas durante, prácticamente, toda nuestra vida. Probablemente, como dicen los científicos, tuvimos disposición genética a estas actividades, porque nos encantaba hacerlas desde niños y fueron mejorando a medida que pasó el tiempo. Además, nos encontramos con otras que tenían relación, como la música, el cine, la televisión; formando creatividad y arte en nosotros, preparándonos para ser los futuros publicistas, quienes una vez que entendieran su destino, se aferrarían a la profesión. Esto es lo que pasó con cada uno de nosotros, a quienes nos encanta lo que hacemos. Yo lo creo y lo veo en retrospectiva, incluyendo mi test de orientación vocacional hace muchos años. De haber fusionado todas las opciones en una, me hubiese resultado en creativo publicitario, específicamente, redactor creativo, pero estoy agradecido con todo el trayecto transcurrido y mis estudios fuera de la publicidad. Conozco a alguien, quien habiendo estudiado para abogado, se dio cuenta que lo suyo era la creatividad. Hoy trabaja en una de las mejores agencias del mundo y sus proyectos son muy famosos. En conclusión, si estás llamado para algo, llegarás sí o sí a eso. Tal vez, el día de hoy sea cuando te des cuenta que lo tuyo es ser un director de arte, un redactor o un ejecutivo de cuentas. ¿Quién sabe? Tal vez, toda la vida te has formado para eso. AUTOR Andrés Gonzales Palacios Medio Psicólogo y tres cuartos de Publicista. Como creativo he entendido que las mejores ideas están en el corazón del consumidor. Realmente, comprender lo que sucede dentro de él y lo que no se atreve a decir, nos lleva a la mejor parte del proceso: tener vivencias empáticas. De esto salen mis palabras, por ello, soy copywriter. Mis colores son las palabras y mis pinceles los lápices. Encuéntrame aquí: http://ow.ly/Xzcok Imagen cortesía de iStock
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