Dentro del marketing todo es como un océano donde corales, peces, tiburones y pirañas cohabitan, a pesar de resultar sumamente competitiva esa convivencia, también resulta simbiótica gracias al entorno. Social proof -algo así como prueba social o demostración social- en nuestro océano no es más que un suceso psicológico que guía a una persona a decidir en una situación específica, es decir, el entorno dirigirá la decisión final de esa “despistada” persona. La gente se deja “guiar” por comportamientos todo el tiempo, cuando vamos a la farmacia y vemos dos antigripales pero escogemos del estante ese que menos tiene aunque cueste más, cuando en el centro vemos dos restaurantes y nos estamos muriendo de hambre pero vamos al que está más lleno (porque algo bueno debe tener) e incluso si vemos una injusticia pero como nadie hace nada nosotros tampoco. Somos influenciables Para entender la relación que tiene el social proof en el marketing, nos remontamos hasta los años setenta cuando las campañas publicitarias se centraban de lleno en influenciar la conducta de los consumidores con cigarrillos que te hacían ser élitesco, cervezas que te volvían guapo y ni hablar de los electrodomésticos del hogar que toda ama de casa tenía que pedirle a su esposo. Para las marcas, el comportamiento social lo es todo y en el constante bombardeo publicitario no todas las decisiones de compra se toman de manera racional, por ende, el social proof como estrategia se ve reflejada en aspectos básicos que vemos diariamente marketeramente hablando como:
- Cuando leemos un blog y el número de suscriptores nos anima a suscribirnos, cuando hacen estudios donde se determina que la mayoría prefiere x productos, o cuando un servicio –un investigador privado por ejemplo- nos muestra que lleva “1000 casos resueltos”.
- Cuando un modelo/actriz/actor/presentador/comediante/celebridad anuncia que se le quitó la acidez con tal producto, obvio, si lo dice ese modelo/actriz/actor/presentador/comediante/celebridad tiene que ser verdad, pues me lo está recomendando o si es un experto en la materia ¡puff!
- Cuando en foros y comentarios de Facebook –sí, me ha pasado-, varios escriben que los servicios de luz de tal compañía son pésimos, que los productos de equis empresa son geniales o que los precios de cual marca son excesivos, simplemente los tomamos en cuenta porque esa gente está valorando algo de uso común.
- Cuando se habla en los medios de equis servicio/producto/marca, sabemos que muchos de ellos pagan para que se hable de ellos, pero cuando es espontáneo, natural y fidedigno resulta beneficioso.
Entonces… La importancia del social proof para una empresa es vital -más aún si desea despegar-, pues esta herramienta es un excelente punto de partida para trabajar apoyándose en los haters para conocer sus experiencias y estudiar los fallos, para luego iniciar un proceso de “evangelización” y convertirlos en nuestros seguidores 🙂 En esta eterna lluvia publicitaria, la incredulidad hacia los anuncios es colosal, como consecuencia, las empresas han tenido que buscar la manera de hacer llegar sus mensajes en canales que sean realmente escuchados por las audiencias y la mejor manera sin duda es fortaleciendo la credulidad del consumidor. La influencia positiva que genera una persona que habla de su experiencia con tal servicio, interviene rápidamente en la percepción que tengo del mismo, por lo que el feedback entre personas es de las mejores estrategias a explotar por las empresas en la actualidad, ya que son cruciales en el momento cero de la verdad (compra). Imagen cortesía de iStock
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