Cada uno de nosotros en las diferentes etapas de nuestra vida nos hemos visto enrolados en un puesto en diferentes sistemas, sistemas planteados por las autoridades, las leyes, los grupos y exigencias sociales incluyendo la familia, unos más rígidos que otros y unos más funcionales que el resto.Los sistemas aunque suenen algo abrasivos tienen su función, su punto ciego y su salida de escape. Hablemos de asistir al colegio; considerado como derecho humano, como norma social y motivo de honra familiar, es un sistema al que estamos acostumbrados desde pequeños que ya desde entonces aprendemos a adaptarnos. El sistema educativo se trata en esencia, de un intercambio, donde aprendemos a ser mejores ciudadanos y profesionistas para contribuir a la sociedad de manera eficiente, claro está, que hay diferencias evidentes entre educación privada y pública, entre los sistemas educativos de cada país y de calidad dependiendo el bolsillo, desgraciadamente, pero bueno es está su función, la de formarnos, la cual es muy noble. Su punto ciego o a veces no tan ciego, es que el sistema está planteado para las grandes masas y por tanto se deben de estandarizar los conocimientos y crecemos creyendo que equivocarse está mal porque entonces no sabes lo que el resto y eres como decimos en México, un “burro”. ¿Cuál es su salida de escape? ¿Cómo superar al sistema? Aprende más de lo que te enseñan, intenta cosas diferentes y equivócate sin miedo, porque lamentablemente las masas que se conformaron solo con lo que le ofreció el sistema no son tan felices ni tan exitosos como quisieran. Terminamos una carrera temiendo a equivocarnos y a veces el miedo nos impide pelear por un puesto de trabajo, por eso te invito a desechar la idea de que “a mejor nivel de estudios tendrás un mejor trabajo y por tanto mejor calidad de vida”, por esta otra, “estudiar nos permite elegir el camino, el tipo de vida que queremos y hacer lo que nos hace felices”. Para esto debes ponerte creativo y pensar en todas las opciones disponibles, niégate a seguir el camino de quienes nunca se atrevieron a intentar algo. Sé disruptivo inteligentemente y transforma tu educación, los estándares sociales, tu empleo o la forma de ganar dinero, tu estilo de vida e incluso tu familia. Ser creativo no es de diseñadores gráficos, publicistas, pintores, escultores o artistas, ser creativo es de quien decide buscar una manera distinta de hacer las cosas y no solo como el sistema nos enseñó, ser creativo es buscar una solución alterna a los problemas más cotidianos, diferente al que todos conocen. El creativo aprende a hacer más con menos, a ver sus dificultades como una oportunidad, a elegir la cuarta opción de tres disponibles y a ver sus limitaciones como un reto. ¿No encuentras empleo? Crea el tuyo. Estudiaste contabilidad, pero ¿quieres ser barista y fotógrafo aficionado? Toma un curso, si algo te resulta complicado busca la manera de facilitarlo, quizás estés creando un nuevo y exitoso producto. Tal vez simplemente tienes una idea que no te deja dormir y te provoca emoción, ponla en marcha y rompe los paradigmas. Si eres un poco objetivo y usas la creatividad para resolver tus problemas, tendrás la vida resuelta, sin importar la dificultad, cada reto deberá una oportunidad. Ser creativo es un modus vivendi y no solo una cualidad. Imagen cortesía de iStock
Comentarios