La publicidad lleva muchos años creciendo, evolucionando y mutando de una estructura a otra. Adaptándose a los medios que consumimos e interfiriendo de una u otra manera en nuestro día a día. Cada tanto nace un recurso nuevo que podemos titular como “creativo” o “innovador”, pero a medida que pasan los años la fecha de caducidad y vida útil de estos recursos se vuelve más corta. Obligándonos a quemarnos las pestañas ideando una nueva forma de comunicar un beneficio, producto, evento o marca. Vivimos en el mundo de los estímulos cortos, de los videos de 7 segundos, los tweets de máximo 140 caracteres, las imágenes sencillas y el Scrolling. Si un mensaje no nos llama la atención, en cuestión de segundos nos olvidaremos de éste y veremos el siguiente video que probablemente tiene una tortuga mordiendo una zanahoria. Es necesario comunicar poco de una manera rápidamente creativa, que genere ruido visual y llame la atención de las personas. Pero, ¿Cómo generar un mensaje creativo, que sea visualmente nuevo para las personas y sea aceptado por el cliente y su marca? Básicamente tenemos muchos ingredientes en una sopa de letras, muchos elementos en un comercial de 10 segundos. Obligatoriamente debemos transformar una enorme masa de información en una pequeña pieza donde el logo debe ocupar el 50% del espacio. El publicista se convierte en un experto simplificador que codifica decenas de páginas del brief en una imagen y poco texto. Lo que quiero decir es que esa generación constante de conceptos creativos sino ha llegado, va a llegar próximamente a un punto en el que debamos reciclar ideas anteriores. Recordé un video muy interesante que me mostró un profesor de creatividad digital hace unos meses titulado, todo es un remix. El argumento central de esta idea es que todo, o la inmensa mayoría de lo que experimentamos en cine, diseño, música, publicidad, entre otros, es solamente una recopilación de ideas anteriores transformadas de alguna manera y unidas entre sí. La creatividad no es mágica, ocurre al aplicar herramientas comunes de pensamiento mezclado con influencias. Mejor dicho, para generar ideas realmente creativas se debe primero buscar referentes e ir uniendo distintas fuentes, como lo hice al redactar este texto. Crear de la nada es imposible, porque básicamente está todo hecho, si por algún motivo logramos producir una idea “original”, es simplemente porque unimos varios elementos ya existentes de una forma poco usual. Recuperar estéticas, técnicas y conceptos de lo que ha sido la publicidad es totalmente válido y necesario. Teniendo en cuenta que deben ser ajustadas a la sociedad en la que vivimos y a los patrones culturales en los que se estamos inmersos, sin descuidar una estrategia de medios bien organizada y el monitoreo constante de nuevas tendencias. Imagen cortesía de iStock
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