Las actuales tendencias de publicidad están siendo entendidas en dos vertientes declaradas y es que una cosa es la creatividad aplicada a la campaña en cuestión y otra, los recursos aplicados en el éxito de ésta. Sin embargo, la narrativa sigue teniendo un papel fundamental en la creación de un discurso que apoyado en lo sentimental llegue hasta el corazón y fortalezca la marca y la fidelidad del consumidor. La muestra es clara, muchas marcas están apostando a la promoción de sus productos en redes sociales, en especial Facebook, donde el contenido y la narrativa son esenciales. Queda bien decir que los contenidos pueden ser diseñados para ser atractivos, pero pasa lo mismo con una película o hasta un mismo sentimiento que simplemente si no se externa de la manera correcta nadie lo entenderá. La apuesta es la segmentación el entendimiento del lector/público, hablar el mismo lenguaje, satisfaciendo necesidades, sin quedarse con la mera intención de informar. Queda claro que el emisor genera y el receptor atrapa. Pero hoy hay que meterle saborcito al proceso. Desde el negocio más pequeño hasta el político que realmente quiera ser tomado en serio debe ir por una fan page con un especialista en generar contenidos, en dar la nota en sus acciones y no esperar el escrutinio de la prensa, que hoy cabe decir nada le satisface. La regla es clara, sin recursos no hay éxito, porque todo parte de una visión empresarial; a una inversión inteligente una recompensa merecida. Desde las redes, los oídos, la mirada y el corazón la creatividad tiene sentido. Sin dirección solo una buena intención. Santo que no es visto, no es adorado. Imagen cortesía de iStock
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