Hay símbolos, íconos o imágenes que parecen haber estado entre nosotros desde el mismo origen de los tiempos. Sin embargo, y aunque suene increíble, esto no es así: alguien los pensó, los diseñó, los difundió. Uno de estos casos, tal vez el más representativo, es el archiconocido símbolo mundial de la paz. Al menos así se lo conoce en gran parte del planeta, porque en Gran Bretaña representa el desarme nuclear, que no es exactamente lo mismo. En cualquier caso, el creador del símbolo fue el británico Gerald Holtom (1914-1985). El tipo era diseñador, y fue objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial. Luego del conflicto, lamentó la gran proliferación de armas nucleares, y su frustración lo llevó a diseñar una imagen que funcionara como símbolo mundial de la paz. El debut del ícono se produjo en 1958, durante una marcha organizada por el Direct Action Committee Against Nuclear War. Interrogado sobre su idea, Holtom declaró: “Estaba desesperado. Profundamente desesperado. Me dibujé a mí mismo: representé a un individuo indefenso, con las palmas de las manos hacia abajo y hacia afuera. Le di forma al diseño con una línea y lo cerré con un círculo.” Originalmente Holtom pensó usar la cruz cristiana dentro de un círculo como motivo de la marcha, pero lo consultó con varios sacerdotes y estos le dijeron que no se sentían del todo cómodos con una cruz encabezando una protesta, por lo que el diseñador tomó otro camino. El Comité antes mencionado ya estaba planeando la que iba a ser la primera gran marcha antinuclear, desde Londres hasta Aldermaston, donde se fabricaban las armas nucleares británicas. Y allí, durante la Pascua de 1958, se estrenó el símbolo: produjeron 500 carteles con palos para sostenerlos; la mitad en blanco y negro, y la otra mitad en blanco sobre verde. Los primeros distintivos se hicieron con pintura negra sobre arcilla blanca, y esto también era un símbolo ya que una nota adjunta explicaba que, en caso de una guerra nuclear, estos objetos estarían entre los pocos artefactos humanos sobrevivientes. Algunos afirman que el símbolo es mucho más antiguo, y lo asocian con el ocultismo anticristiano. En Sudáfrica, cuando regía el apartheid, hubo intentos oficiales de prohibirlo; varios grupos de la derecha fundamentalista estadounidense lo asocian con el satanismo y lo califican de símbolo del comunismo. De todos modos, Holtom explicó de manera muy clara el origen del símbolo, y sus primeros bocetos se exponen hoy en la Commonweal Collection de la Universidad de Bradford. Un detalle muy significativo es que el símbolo de la paz nunca fue inscrito como marca registrada, es decir, no tiene copyright. Nadie necesita pedir permiso para usarlo: es gratis para todos. En más de una ocasión el movimiento pacifista y antinuclear ha estado en desacuerdo con los usos inapropiados del símbolo (por ejemplo, aplicaciones comerciales, publicitarias, en artículos de moda, etc.) pero ellos mismos aseguran que, de todos modos, no tienen la menor intención de registrarlo; a lo sumo, piden una donación a aquellos que lo usan comercialmente. Ahora que ya conocemos el origen del símbolo de la paz, usémoslo bien. ¿No? (Fuentes: cnduk.org, wikipedia)
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